SUELE decirse que en el amor y en la guerra todo vale y lo cierto es que el fútbol no se diferencia demasiado de estos dos ámbitos tan opuestos entre sí pero tan iguales al mismo tiempo. Por todo ello, no es de extrañar que el Deportivo Alavés observe de reojo los últimos acontecimientos que se están produciendo en el Athletic B. Porque lo cierto es que el filial rojiblanco -que hasta el domingo ocupaba la segunda plaza a tres puntos y tras su empate en Tudela es tercero a cinco y empatado con el Eibar- está siendo víctima de unas cuantas distracciones que, sin quererlo, pueden convertirse en una inesperada ayuda para El Glorioso.

La gran mayoría de ellas se derivan de la excelente temporada que está cuajando el combinado que dirige Cuco Ziganda y de su condición de filial. El hecho de que el objetivo principal del equipo sea formar jugadores y nutrir de ellos al primer plantel provoca que se prime este aspecto a la propia competición en la que deben rendir cuentas los cachorros que, lógicamente, tampoco pueden evitar ser deslumbrados por los intensos focos que han comenzado a iluminarlos.

El último ejemplo de ello se produjo el domingo en San Mamés, en el duelo que supuso la última visita del Real Madrid a la Catedral. Los problemas físicos y las sanciones provocaron que Marcelo Bielsa viera diezmada de manera espectacular la plantilla que tenía a su disposición para afrontar esta importante cita y el rosarino no dudó un instante a la hora de mirar a la cantera para solucionar el entuerto.

Como consecuencia, el lateral Jonas Ramalho fue titular -tuvo la difícil misión de tratar de contener a Cristiano Ronaldo- mientras que el centrocampista Erik Morán debutó con el primer equipo sustituyendo a Muniain a falta de diez minutos para el final y su compañero de demarcación Aketxe estuvo en el banquillo aunque finalmente no saltó al césped. Lógicamente, todos ellos se perdieron el encuentro del filial en el que los de Ziganda no pudieron pasar del empate en Tudela.

Pues bien, teniendo en cuenta la situación del Athletic en la Liga de las estrellas, no sería de extrañar que esta situación u otra similar se repitiera de aquí al final de la campaña, lo que, sin duda, volvería a ocasionar más de un contratiempo al equipo inferior.

Pero es que, por si fuera poco, los compromisos internacionales también afectan a los rojiblancos. De esta manera, por ejemplo, Ramalho y el guardameta Kepa Arrizabalaga -una de las grandes promesas de Lezama- estarán concentrados desde ayer y hasta el jueves en Madrid con la selección sub' 20 que entrena Julen Lopetegi. En definitiva, un cúmulo de distracciones que pueden ayudar al Alavés.