La sala Amárica ha inaugurado este martes la exposición ‘Memoria de la Deportación. Testimonios vascos en los campos de concentración nazis’, que permanecerá abierta hasta el 23 de noviembre en el céntrico espacio de la capital alavesa.
En ella se recuerdan los nombres y vivencias de aquellos vascos y vascas que sufrieron “los episodios más oscuros de un continente enfrentado por el odio, el sectarismo, la xenofobia y la sinrazón”, tal y como lamentó la consejera de Justicia y Derechos Humanos, María Jesús San José, quien inauguró la muestra junto con Ana del Val, diputada foral de Cultura, y Alberto Alonso, director del Instituto de la Memoria, la Convivencia y los Derechos Humanos-Gogora, organismo impulsor de esta iniciativa.
Organizada por Gogora en el marco del proyecto Memoria de la Deportación 1945-2025, con motivo del 80 aniversario de la liberación de los campos, la exposición trata de saldar una deuda histórica que la sociedad vasca mantiene con las personas deportadas y sus familias.
Tanto las familias como las asociaciones han contribuido a la muestra mediante la donación de objetos y documentos de incalculable valor histórico y simbólico. Se exhiben, entre otros, relojes o postales que evocan el horror vivido en los campos de concentración. Además, por primera vez en Euskadi, se muestran dos uniformes originales procedentes de los campos, pertenecientes a una mujer y a un hombre, respectivamente.
Más de dos centenares de vascos padecieron el horror de la deportación entre 1940 y 1945 por haber defendido la democracia, representada por el Gobierno Vasco y la Segunda República española, en los años precedentes. Sin embargo, la memoria de estas víctimas y su experiencia ha sido desconocida para la mayoría de la sociedad vasca, y la deportación, tal como se estudia en el resto de Europa, no ha formado parte de la memoria colectiva.
En su intervención, la consejera San José apeló al deber de memoria hacia las generaciones más jóvenes: “Ellas también tienen que saber, conocer, construir su propia memoria de una forma crítica y reflexiva. Tienen que construir la ciudadanía del futuro interrogando al pasado. No podemos dejarles un relato precariamente tejido con medias verdades, silencios y dogmas incuestionables”.
La muestra, organizada por Gogora, recupera la memoria de los 253 vascos deportados a campos nazis
A la inauguración asistieron también Arritxu Marañón, viceconsejera de Derechos Humanos, Memoria y Convivencia; Ainhoa Zugasti, directora de Derechos Humanos y Atención a Víctimas; miembros del Consejo de Dirección de Gogora; responsables del área de Museos y Arqueología de la Diputación Foral de Álava; así como familiares de deportados y asociaciones que trabajan en la recuperación de la memoria de la deportación.
La consejera subrayó que “estas personas han de formar parte de nuestra memoria colectiva, de nuestra memoria democrática; sus nombres no pueden volver a ser olvidados, porque son parte del patrimonio democrático de esta sociedad”.
Comisariada por Luis Sala, la muestra recrea de forma rigurosa y visual el drama de la deportación vasca a través de los testimonios de supervivientes, así como de objetos y publicaciones conservados por familias, amicales, asociaciones e instituciones empeñadas en mantener viva su memoria.