El comienzo de la temporada de Timothé Luwawu-Cabarrot es el claro ejemplo de lo importante que es la confianza para un jugador de baloncesto. Hay momentos en los que, sin saber por qué, parece que las dimensiones del aro crecen, pero es una ilusión.
Así explicó el alero del Kosner Baskonia su metemorfosis en una reciente entrevista concedida a este periódico: “Me siento bien conmigo mismo, con mis compañeros y también con el entrenador Paolo, que ha estado genial. El sistema es diferente y encajo mucho mejor en este sistema. Además, siento que el equipo confía en mí y eso también me da confianza. Simplemente estoy disfrutando”.
El protagonista es el mismo, pero sus números no. Luwawu-Cabarrot ha pasado de ser un tirador confiable, pero con poco volumen de tiro, a convertirse en el triplista más prolífico del continente, aspecto en el que nunca ha sobresalido y para el que ahora da la sensación de haber nacido.
El internacional francés ha acostumbrado a los aficionados a la excelencia en este inicio de campaña. Cuando se normalizan actuaciones extraterrestres como la firmada en la primera parte contra el Bilbao Basket el pasado domingo, en la que Luwawu-Cabarrot anotó 17 puntos en menos de 9 minutos de juego sin fallo –5/5 en triples y 1/1 en tiros de dos–, es que las cosas se están haciendo muy bien.
Sin perder su solidez defensiva y su buena lectura de juego, el alero galo está ejerciendo la función de microondas que en temporadas anteriores correspondía a Markus Howard, con rachas espectaculares en los partidos en las que entra en trance y encadena canastas de todos los colores.
El mérito, sin embargo, reside en haber convertido esas rachas en costumbre. Actualmente, Luwawu-Cabarrot acumula 11 encuentros oficiales anotando dos triples o más entre la Euroliga y la ACB y esta temporada ha alcanzado esa cifra en 20 de los 21 compromisos del equipo. El único en el que no llegó a los dos triples fue en la derrota contra el UCAM Murcia de la 4ª jornada de ACB, en la que se quedó con un 1/6 en su casillero. Para poner los datos en contexto, el récord de partidos seguidos anotando dos triples o más en la Euroliga lo tiene Scottie Wilbekin con 31 y TLC lleva ya 13.
Si se tiene en cuenta también el tramo final de la pasada temporada, cuando la estrella baskonista ya empezó a elevar sus prestaciones, acumula 27 partidos seguidos anotando al menos un triple, una cifra impresionante para alguien que no se ha especializado en este aspecto del juego a lo largo de su carrera.
El mejor de Europa
Esta temporada se ha convertido, con diferencia, en el mejor tirador exterior de la ACB y de la Euroliga. En la liga doméstica anota 3,8 triples en 8,5 intentos por partido, mientras que el segundo jugador con más triples de la competición, Matt Thomas (Granada), suma 3,1 dianas de media. Francis Alonso (Breogán) es tercero con 2,5 triples convertidos por encuentro. El porcentaje de acierto del 44,1%, el 14º más alto de la liga, también está al alcance de unos pocos elegidos.
En la Euroliga, donde sobre el papel es más difícil anotar por el físico de las defensas rivales y por la inexistencia del saque rápido desde la banda –se ataca más en estático, por lo tanto–, sus registros son igualmente extraordinarios. En las 13 jornadas disputadas hasta el momento ha anotado 45 triples en 95 intentos, 11 más que en toda la temporada pasada al completo, cuando se quedó en un 34/101 en 26 partidos. Increíble.
Estas cifras lo convierten en el jugador que más triples anota por encuentro en la presente Euroliga con 3,5 por choque frente a los 2,8 de Andreas Obst (Bayern de Múnich) y los 2,7 de Carsen Edwards (Virtus Bolonia). También es el décimo de la tabla en cuanto a porcentaje de acierto con un 47,4%, el más alto entre los jugadores que intentan al menos tres triples por encuentro (él lanza 7,3).
El liderazgo que está mostrando sobre el parqué, su versatilidad y su excepcional momento de forma en el tiro convierten a Luwawu-Cabarrot en el principal referente del Baskonia en este momento de la campaña. Un jugador con un gran juego sin balón y altos porcentajes en el catch & shoot, además de un seguro de vida atrás. El sueño de todo entrenador.
Claro que el trabajo de Galbiati, que con sus sistemas y sus consejos está sacando la mejor versión de Luwawu-Cabarrot, y la colaboración de sus compañeros, que son quienes lo habilitan mediante el pase y los bloqueos pensados para él, también han tenido mucho que ver en el gran salto de calidad del francés que, al terminar contrato el próximo verano, va a ser una de las piezas más codiciadas de Europa.