La base catalana, de origen maliense, afronta con mucha ilusión la actual temporada, en la que vislumbra a un Araski con ganas de comerse el mundo. La base, de apenas 1,68 metros de altura, admite haber superado ya esas molestias del gemelo que le han dado bastante guerra y afirma encontrarse muy cómoda y feliz en el Araski.
Este pasado fin de semana realizó el que posiblemente ha sido su mejor partido. ¿Está contenta?
–Sí, sí. Al final, tener a mi familia y a toda mi gente allí fue como un empujoncito extra. Y sí, el encuentro fue muy bueno, tanto a nivel individual como colectivo, ya que conseguimos ganar.
Han llegado rumores de que sus familiares y amigos, es decir, los que le estaban apoyando en Badalon, hicieron callar hasta a la afición local.
–Sí, sí (risas). Mi padre tiene un vozarrón fuerte y mi madre se suma rápido a la fiesta. Además se fue implicando todo el mundo y se les acabó escuchando más a ellos que a los del Joventut.
A nivel individual parece tener esa lesión del gemelo ya olvidada y encontrarse al 100% y con mucha confianza, ¿no?
–La verdad es que tenía muchísimas ganas de poder ayudar al equipo y físicamente el gemelo no me lo permitía. Ahora que me encuentro cómoda, lo que quiero es dar lo máximo de mí. Evidentemente, siempre se puede hacer mejor y esa es mi mentalidad, pero estoy contenta de haber podido ayudar al equipo.
“Ahora tenemos que disfrutar e ir construyendo poco a poco nuestros pequeños objetivos, pero siempre siendo ambiciosas”
Respecto a la trayectoria del equipo y después de un gran comienzo, se había entrado en un pequeño bache de derrotas y la victoria empezaba a ser necesaria.
–Por supuesto, al final nos encontrábamos en una situación un poco compleja y además hemos andado con la rotación más corta por las lesiones. Esta liga es muy dura y física y te puedes ir quedando sin gasolina. En ese sentido, el recuperar a Morro y que yo también estuviese en rotación hace que todo el mundo haya estado muchísimo más fresco. Eso ha ayudado para obtener esta victoria, que ha sido como un poco de aire fresco que necesitábamos para volver con más alegría y ganas.
Se avecinan tres jornadas de duelos directos...
–Son encuentros muy importantes y creo que lo tenemos todas en mente. Esta semana tenemos en Leganés un enfrentamiento muy duro y estamos todas concentradas y preparadas para ello.Creo que hemos demostrado que estamos en una muy buena dinámica y con ganas de seguir en la misma línea para continuar sumando victorias.
¿Cuáles son las claves de cara al duelo del sábado frente al Leganés?
–Debemos mantener los pies en el suelo a pesar de la victoria contra el Joventut. Pese a ganar, siempre hay cosas que tenemos que mejorar. La clave está en nuestra mentalidad, es decir, seguir igual que hasta ahora, pero siendo siempre ambiciosas por mejorar. En cuanto al juego, creo que tenemos que cuidar el balón y correr como lo estamos haciendo porque al final hemos demostrado que somos un equipo que nos gusta la velocidad. Si a eso le sumamos una buena defensa, creo que nos será más fácil obtener la victoria.
Durante su experiencia en Estados Unidos recibió el premio a mejor defensora. ¿Cómo se logra ser una especialista en esa faceta sin tener el poderío físico ni la altura de otras compañeras?
–Creo que es la demostración de que en el deporte el carácter y las ganas a veces lo son todo. Al final, el que tiene más ganas es quien lo consigue. También es cierto que en mi caso soy bastante rápida y eso me ayuda, pero no se necesita el físico; es quererlo, querer ayudar al equipo. Aunque también hay que sacrificar tu cuerpo porque al final te tienes que tirar al suelo o tomar algún contacto que es más duro que otro, pero como digo, creo que son ganas y actitud.
¿Qué tal resultó su experiencia al otro lado del charco?
–Mi experiencia personal fue increíble. Yo tuve muchísima suerte de que en mi primer año pudiera ir a un equipo que confiaba en mí desde el principio, y eso facilitó el que pudiera tener minutos. Eso sí, sí que fue duro el estar lejos de casa. Creo que crecí bastante como jugadora, pero también como persona al ser independiente y profesional. En esta etapa aprendí a ponerme yo misma mis estándares para ser la jugadora que quiero ser.
La igualdad de la LF vuelve a ser increíble, pero ahora mismo están octavas. ¿Derecho a soñar?
–No voy a decir que no, lógicamente tenemos que tener los pies en el suelo, pero hay una línea muy delgada entre estar arriba y abajo. Entonces, hay que ser conscientes de la importancia de cada partido e ir siempre con esa mentalidad, que en cualquier momento los de arriba pueden bajar y los de abajo podemos subir. Y esto precisamente hace que la liga sea tan bonita y divertida. Además, yo soy muy ambiciosa y creo que todas mis compañeras también. No nos queremos cerrar puertas a nada y ponernos esos objetivos también nos ayudarán a estar motivadas y a mantener todo en perspectiva.
“Me gusta Made porque no se enfada si fallo un tiro, sino por no intentarlo; eso siempre te da confianza como jugadora”
Se marchó Lawrence y ha llegado Mollenhauer. ¿Cómo ve el cambio?
–Al final, son relevos que suceden en los equipos y te tienes que adaptar como siempre. Alissa era una persona que le tenemos muchísimo cariño y le deseamos lo mejor. Ahora, a la persona nueva que viene también la vamos a acoger con los brazos abiertos e intentar que se sienta cómoda porque eso es muy importante en el equipo, el intentar ser buenas compañeras.
Se le ve que tiene muy buena sintonía con Noa Morro, quien además también hizo un partidazo el otro día. ¿Es así?
–Sí, la verdad que hacemos buena dupla, y eso nos dice Made también. Al final, no es coincidencia, ya que en el día a día nos llevamos muy bien y eso en la pista también se nota. Es cierto que esta conexión la estoy disfrutando mucho este año.
¿Cuál es el techo de este Kutxabank Araski?
–Creo que el techo nos lo ponemos nosotras cada día. Yo soy más de pensar en el día a día e ir poquito a poco y creo que eso tiene que ser siempre nuestra mentalidad. Al final cuando miras mucho hacia el futuro, te olvidas de dónde estás y no disfrutas del presente. Y ahora mismo, creo que tenemos que disfrutar y a partir de ahí, ir construyendo nuestros pequeños objetivos.
¿Qué le pide Made Urieta como entrenadora?
–Que tenga confianza en el tiro y, aunque no entren, da igual. Ella es una persona que me gusta mucho porque no se enfada porque los falle, sino porque no los tire y eso es algo que como jugador siempre te da mucha confianza. Esa comunicación que tenemos es súper importante y se está traduciendo muy bien en mi juego. Se nota por lo cómoda que me siento en la pista.