Los vitorianos despiden el verano por todo lo alto con la celebración de la tradicional Romería de Olarizu el lunes 15 en las campas. Esta festividad, consagrada desde el siglo XIX, marca que el siguiente lunes después de la fiesta de la Natividad de la Virgen, se celebrará una romería popular en las campas de Olarizu. Un día presente en el calendario de todos los vitorianos, que se acercan al lugar para disfrutar del ambiente y la comida con sus amigos o familiares.

Ruta

El día comienza con la visita anual de la Corporación a los mojones que delimitan el término municipal, una costumbre arraigada desde hace más de 500 años. Cada año los representantes municipales recorren un tramo diferente de los límites del municipio. El lunes el itinerario transcurre entre los mojones de Ullíbarri de los Olleros y Gardelegi, un recorrido de unos 11 kilómetros.

Recorrido por los mojones.

En este caso se visitan 36 mojones y atravesaron 15 concejos, entre ellos Bolívar, Gámiz, Otazu, Askartza, Arkaia, Monasterioguren, Elorriaga, Arcaute, Betoño, Mendiola, Castillo o Aretxabaleta. El recorrido inició a las 8.00 horas desde la Plaza Nueva con la compañía de la Banda Municipal de Txistularis, y termina en las campas de la romería.

Ambiente

En las campas el ambiente festivo aumenta en las horas previas a la hora de la comida. Los primeros en pisar la hierba son los alaveses más veteranos que recorren el paseo principal de la campa, algunos incluso se sitúan para hacer cola para la alubiada. También, hubo muchos que quisieron disfrutar de los pocos rayos de sol de la mañana con sus compañeros peludos. En las horas centrales del día las familias fueron llegando al lugar, muchas de ellas también aprovecharon para disfrutar de la comida preparada por Boilur.

Alubiada en la romería.

Tras repartir la comida entre los muchos que acuden a hacer cola, los asistentes pueden disfrutar de las actividades planificadas para la tarde. Los hinchables y juegos interactivos para los más txikis. También de la kalejira de gigantes y cabezudos, sin olvidar uno de los grandes atractivos, que es la música. En este caso de la mano de la Academia Municipal de Folklore, y los bailables. 

Actividades

El ambiente va mejorando con el paso de las horas, y aunque en las primeras horas el día el sol acompañó, por la tarde, la niebla y el fresco se asentaron. La entrada a Olarizu y la campa están llenas con puestos de todo tipo. Desde postres y bocados más dulces a talos o delicias saladas para todos los gustos. Asimismo, se puede disfrutar de una copa de vino o sidra para acompañar las diferentes comidas del día. La hierba y las mesas de piedra se llenaron con familias y grupos de amigos que disfrutan de la romería.

Romería en Olarizu.

Solidaridad

Además, en esta ocasión la romería cuenta con dos novedades. Por un lado, la colaboración con Montes Solidarios, que organiza el reto 10 horas, 10 montes, se trata de diez subidas al monte Olarizu junto a personas con movilidad reducida y discapacidad visual. La primera ascensión es a las 9.00 horas y las demás se van repitiendo cada hora. Un reto muy especial y cargado de emoción que coincide con el décimo aniversario de esta asociación.

Montes Solidarios en Olarizu.

Por otro lado, el Ayuntamiento colabora con Adurzaha, por el aniversario de los 1.000 años del barrio de Adurtza. Por ello, el grupo encargado de los bailes de la tarde fue Koxkor Taldea, formado en el propio barrio y que ayudó a amenizar la tarde de esta gran festividad.

Cabezudos y gigantes en la romería.

La romería llega a su fin con las últimas actividades del programa como son el deporte rural y las actuaciones de dantzas vascas. Al igual que al inicio del día, a las 8.00 horas, la Corporación regresó a la Plaza Nueva en compañía de la Banda Municipal de Música, Txistularis, Atabales, Trikitixas, Panderos, Gaiteros y tambores, también por la comparsa de Gigantes y Cabezudos para dar por finalizada la romería de Olarizu.