La portavoz de la formación soberanista en la Cámara analiza el contenido del acuerdo con el Gobierno PNV-PSE, lo que puede deparar el resto de una legislatura que “hasta ahora no ha sido fácil” o la negociación que se avecina sobre la revisión fiscal. Lopez de Arroyabe cree que el pacto entre el Ejecutivo y el PP sobre las medidas tributarias “no es un buen punto de partida”.
¿Qué ha cambiado en apenas un año para que el Gobierno foral y EH Bildu hayan pasado de ser casi antagónicos a socios presupuestarios?
–Por parte de EH Bildu no ha cambiado prácticamente nada. La intención y la voluntad de llegar a acuerdos ha sido la misma en 2023, en 2024 y en la negociación de los Presupuestos de 2025. ¿Qué ha podido cambiar? Seguramente, la voluntad política y la necesidad del Gobierno foral, unidas a que la jugada del año pasado le salió mal.
"Estos no son los Presupuestos de EH Bildu, pero es un buen acuerdo porque recoge los cuatro retos que entendemos más importantes para el territorio"
¿En qué cree que va a beneficiar este acuerdo a la población alavesa más a corto plazo?
–Estos no son los Presupuestos de EH Bildu, pero es un buen acuerdo porque recoge los cuatro retos que entendemos más importantes para el territorio, que no han cambiado respecto al año anterior: vivienda, cuidados, transición ecosocial y financiación local. Por primera vez, esta Diputación va a convertirse en un agente activo para impulsar la vivienda en el medio rural. También, va a poner en marcha después de muchos años plazas públicas residenciales en comarcas donde no las hay, empezando por Kanpezu. En tercer lugar, frente al desbarajuste que hay en la implantación de proyectos de energías renovables, se va a mojar en ordenar ese caos con procesos deliberativos en las comarcas. Por último, va a aumentar la financiación de las entidades locales, que han ido adquiriendo cada vez más competencias pero no han recibido financiación de forma proporcional. Lo que seguramente más vaya a verse a corto plazo es en el tema de la vivienda, a la que van a destinarse casi 4 millones solo en 2025. Pero también va a haber 2 millones para la resolución del conflicto en las residencias privadas o cerca de un millón en políticas para el primer sector. Hemos conseguido además que las personas menores de 18 años tengan el transporte foral gratis. O que se creen seis plazas más de sargento en el Organismo de Bomberos, cuya plantilla irá aumentando hasta 2027 de forma paulatina hasta alcanzar los 229 efectivos en su estructura. El acuerdo va a mejorar sin ninguna duda la vida de la gente y antes del próximo verano.
¿Cuáles han sido los compromisos más difíciles de arrancar al ejecutivo durante la negociación?
–La negociación ha sido larga, de prácticamente dos meses de intercambio de documentación, de idas y de vueltas. Pero es verdad que desde EH Bildu hemos puesto el foco en lo que sí podíamos acordar con el Gobierno foral. Ha sido cómodo llegar a un final en cosas que pensábamos que igual no podríamos conseguir, pero quizá la transición ecosocial y el aumento de la financiación local han sido los dos ámbitos donde más nos ha costado llegar a un acuerdo.
¿Han tenido que hacer alguna renuncia importante?
–Ha habido momentos complicados, porque un sí supone facilitar al gobierno sus políticas. Siempre nos hubiese gustado pedir más, pero si nos centramos en esos cuatro retos principales que hemos puesto encima de la mesa, el movimiento va a ser grande. Vamos a conseguir reorientar las políticas de este gobierno y le vamos a dar un propósito además. Cosas que hasta ahora no había hecho nunca, como ser protagonista en la puesta en marcha de vivienda, en los cuidados, me parecen un gran logro.
"Vamos a conseguir reorientar las políticas de este gobierno y le vamos a dar un propósito además. Cosas que hasta ahora no había hecho nunca"
El acuerdo contempla 9,6 millones en enmiendas para 2025 y hasta 33 durante toda la legislatura, pero no han dado por hecho su apoyo a las Cuentas en años posteriores. ¿Esto no es algo contradictorio?
–No, para nada. Cuando introduces un crédito de compromiso en un acuerdo presupuestario, se plantea que la voluntad va a ser para toda la legislatura. Por eso, tenemos plena confianza, primero, en el cumplimiento del acuerdo en 2025, que va a ser lo que va a condicionar el apoyo en el resto de la legislatura. Esos créditos de compromiso van a marcar si es posible, si ha habido voluntad real o si no, y los que van a condicionar seguramente los Presupuestos de 2026.
¿Cómo le ha sentado que el gobierno haya pactado con el PP las medidas tributarias justo tras el acuerdo presupuestario con su grupo?
–No es un buen punto de partida, porque no vamos a compartir de ninguna manera políticas en fiscalidad que suenan más a PP, a Vox y a Ayuso que a un modelo progresista como el que planteamos. No podemos hablar de cuánto vamos a gastar si no sabemos cuánto vamos a recibir. Y lo que defendemos es que tienen que pagar más las rentas altas y que habrá que suavizar a las más bajas. Los acuerdos entre el gobierno con el PP y con EH Bildu son incompatibles. Pero también quiero decir que estas van a ser pequeñas modificaciones en la normativa, que además no afectan casi a la recaudación. El debate real se va a dar en las próximas semanas con la reforma fiscal que ya está encima de la mesa. Pactada, por cierto, con el PP desde hace muchos años. En cualquier caso, estamos con las manos abiertas para negociar esa reforma fiscal, que se tiene que dar y, además, espero que mirando a la izquierda.
"Lo que no podemos es plantear una revisión frente a una gran reforma fiscal, que es lo que necesitamos"
¿Con qué expectativas afronta esta negociación?
–La reforma tiene que ser mucho más ambiciosa y mucho más responsable, porque además nos lo están pidiendo desde Europa. Lo que no podemos es plantear una revisión frente a una gran reforma fiscal, que es lo que necesitamos. Si queremos cubrir todas las necesidades en vivienda, servicios sociales o financiación de las entidades locales, tenemos que saber dónde y cómo recaudamos. Y para eso el PP no es la mejor opción.
No le parecerá entonces un buen precedente ese acuerdo sobre las medidas tributarias.
–Insisto, no es un buen punto de partida. Pero espero que el acuerdo al que hemos llegado sobre los Presupuestos sea de confianza y de cumplimientos. Eso garantizará que pueda alargarse y pueda haber más. EH Bildu no ha hecho política convencional en este caso. Hubiese sido mucho más cómodo quedarnos en la oposición, criticar al gobierno y sus medidas y haber vivido prácticamente la legislatura como primer grupo de la oposición en la comodidad de controlarlo. Pero no lo hemos hecho así por responsabilidad.
¿Cuál es su balance del casi año y medio que va de legislatura?
–Mirando a los resultados electorales en estos últimos años, se ha dado un vuelco a la realidad social en este territorio que ha puesto de relieve que la gente está intentando dar un cambio. Se piden respuestas a otras necesidades y EH Bildu ha demostrado que es capaz de darlas. Lo ha demostrado en Nafarroa, en Madrid, en Iruñea e incluso en Gasteiz. El año y medio que llevamos no ha sido fácil. No ha sido de grandes acuerdos, pero hemos puesto muchas iniciativas encima de la mesa. Y trabajar en las Juntas Generales no es visible, pese a que tienen unas competencia muy potentes. Pero esperemos que con el pacto presupuestario sea más fácil llegar a acuerdos. Seguiremos siendo oposición, pero llegar a esos acuerdos va a beneficiar no solo a EH Bildu o al Gobierno foral, sino a todas las personas que viven y trabajan en el territorio. De eso estoy absolutamente segura.