El pasado abril, tras más de un lustro de obras y una inversión foral cercana a los seis millones de euros, la población de Laudio pudo acceder de nuevo al emblemático Palacio Lamuza, anclado en el Parque del mismo nombre, en una serie de visitas guiadas que pretendían mostrar el resultado de la remodelación integral de la que ha sido objeto el que antaño fue la residencia de los sucesivos marqueses de Urquijo.
Ésta surgió como una ampliación de diferentes cuerpos edilicios entre los años 1879 y 1930, a partir de una casa matriz barroca del siglo XVIII. Es decir, se trata de un inmueble histórico de casi 4.000 metros cuadrados, al que se ha dotado de una concepción unitaria de cara a que la población disponga de un espacio cómodo y práctico para desarrollar actividades culturales, educativas y formativas, y en la que la mejora de la eficiencia energética del palacio se ha maridado a la perfección con su estética, a través de un proyecto de remodelación exterior que ha sido puesto en valor por una de las empresas que ha participado en el mismo.
Firma suiza
Se trata de Jansen Iberia que ha aportado sus sistemas de perfilería de acero para, además de contribuir al bienestar de las personas usuarias del edificio, embellecer su piel exterior.
“La carpintería de acero, además de embellecer las ventanas, protege al edificio sin fisuras de las inclemencias climáticas, el paso del tiempo y permite la combinación de elementos tradicionales de construcción con materiales innovadores al ser conformados íntegramente por un material noble. Un aspecto muy tenido en cuenta por propiedades clásicas y de estética tradicional, como este palacio, que a lo largo del tiempo ha sufrido sucesivas ampliaciones y construcciones y, actualmente, presenta una estética algo más heterogénea”, subrayan desde esta empresa suiza, cuyas soluciones han llegado a las fachadas y cubierta del Palacio Lamuza de Laudio “de la mano del taller cántabro Prometall, teniendo como redactor del proyecto y director de obra al arquitecto foral, Gaizka Camino, y como ejecutante, a la constructora Goitu de Bergara”, añaden.
En total, se han colocado cerca de 70 ventanas de altas prestaciones con un valor en torno a los 400.000 euros que, además de embellecer el palacio, han conseguido, en colaboración con un nuevo sistema de generación de calor con energía renovable de biomasa, mejorar definitivamente su eficiencia energética.
“Las bellas y eficientes carpinterías minimalistas con rotura de puente térmico de la serie Janisol Arte se han empleado tanto en fachadas como en la zona más singular del edificio, la capilla, que cuenta con una zona de planta circular, lo que ha permitido a estas carpinterías lucir su versatilidad a través de numerosos arcos y divisiones”, apostillan.