Desde que en julio de 2021 dejara de prestar servicio el matadero municipal de Laudio, que culminó en su polémico cierre, una de las principales preocupaciones del sector primario del Alto Nervión ha sido la falta de un centro de sacrificio cercano, dados los muchos gastos extra que supone el tener que trasladar a los animales a muchos kilómetros de las explotaciones, cumpliendo escrupulosamente con las normativas sanitarias vigentes, y sin olvidar la pérdida del tan manido concepto de “kilómetro cero” que ello trae para la carne que, finalmente, llega a las carnicerías y, por tanto, al consumidor.
Pues bien, ha tenido que ser una iniciativa, surgida de los propios ganaderos, la que venga a arrojar un poco de luz al, ya de por sí, castigado sector de la comarca, con la puesta en marcha del centro de trasformación cárnica Belardi, cuyos impulsores (la asociación de ganaderos Bedarbide de Orduña, que aúna a una treintena de productores de alimentación de proximidad de la comarca) han celebrado este sábado su gran fiesta de inauguración con visita guiada por las instalaciones, una parrillada con la colaboración de la Asociación Zapalan y animación musical.
"Empezamos con los primeros sacrificios a mediados de julio y hemos aprovechado los meses de verano para hacer las pruebas de cara a que todo funcione bien"
No en vano, el proyecto ha tardado en gestarse más de una década, y tocaba festejarlo a la altura. “Empezamos con los primeros sacrificios a mediados de julio y hemos aprovechado los meses de verano para hacer las pruebas de cara a que todo funcione bien. A nuestro primer empleado se ha sumado, este septiembre, un asistente en las tareas de sacrificio, corte y empaquetado, aunque nuestra idea es contratar más gente a medida que aumente la carga de trabajo”, ha explicado el presidente de Bedarbide, Mikel Kormenzana.
Infraestructura y servicios
No en vano, el centro de transformación cárnica Belardi -situado en un terreno del polígono industrial de La Rondina de Orduña, cedido por el Ayuntamiento- abarca 500 metros cuadrados de superficie, en el que no solo se ha acondicionado un matadero multiespecie dotado de todas las herramientas necesarias para el sacrificio de vacas, caballos, cerdos, ovejas o corderos; sino también una sala de despiece, un obrador y una cocina en los que poder cortar, envasar, congelar, cocinar y transformar la carne, para hacer croquetas, embutidos, morcillas o chorizos.
Es decir, unas completas instalaciones que permitirán eliminar a todos los intermediarios en la cadena “productor-consumidor”, con todas las garantías sanitarias para estos últimos y, a su vez, aumentando el margen de ganancia y la rentabilidad del trabajo de los primeros. De hecho, también tienen preparado un punto de venta, que “abriremos cuando haya productos y clientes”, y hasta una sala de formación, dotada de micrófonos y pantallas, para ofrecer cursos a las gentes del sector primario o programa de estudios en materia agroalimentaria a las asociaciones o entidades que lo solicitan, en línea con el impulso a la transformación social que persigue Belardi.
Además, las ya de por sí pioneras instalaciones, ya que estamos ante el primer matadero de características flexibles del Estado, seguirán mejorando. En agosto, por ejemplo, instalaron paneles solares en el tejado para profundizar en la independencia energética y también quieren instalar equipos para la desinfección de los vehículos de transporte de los animales.
“Este servicio es importante para cumplir con las normativas sanitarias y nos lo están solicitando, pero no es fácil de conseguir”, ha subrayado Kormenzana, que también ha argumentado la ausencia de corral “porque aquí los animales llegan directamente para ser sacrificados, no pernoctan ni pasan tiempo”.
1,5 millones
Y es que, aunque el 40% de la inversión total (1,5 millones de euros) ha llegado de las instituciones superiores, a través del plan de emergencia para la recuperación socioeconómica de Aiaraldea, la mayor parte del dinero lo han puesto los propios ganaderos de Bedarbide.
En concreto, un 30% se obtuvo buscando financiación de fundaciones, tales como Hazi que les aportó 100.000 euros para fortalecer el proyecto y consolidar procesos de comercialización y formación, dentro del concurso de proyectos innovadores dirigidos al sector primario y a la pequeña industria agroalimentaria de Aiaraldea, que se resolvió a finales del pasado febrero; mientras que el otro 30% ha sido adelantado por los propios ganaderos (10% obtenido mediante préstamos).
De aquí que hayan abierto el uso de la nueva instalación a cualquier baserritarra que tenga cabaña ganadera y no pueda o no quiera desplazarse a otros lugares más lejanos, dando preferencia a los productores de la zona. “La opción es formar una asociación sin ánimo de lucro, para invertir todo el dinero que se genere en el sector primario y en infraestructuras y para que más gente pueda emprender nuevos proyectos”, ha matizado Kormenzana.
Convenio con Laudio
En la actualidad, el centro de transformación cárnica Belardi ya supera los 40 socios, y cabe destacar el convenio que se ha firmado con el propio Ayuntamiento de Laudio, “para que las y los ganaderos y carnicerías locales se conviertan en socios de la entidad y puedan así contar con acceso prioritario a la línea de sacrificio puesta en marcha”, según ha destacado Estibaliz Gorostiaga, la concejal laudioarra del Medio Rural, que también ha explicado que pagarán 100.000 euros en cuatro años y, a cambio, podrán utilizar la infraestructura durante los próximos 15.
Con todo, Laudio también baraja poner en marcha una infraestructura que lidere una estrategia comarcal de transformación alimentaria y complemente las necesidades del sector primario, tanto a nivel local como comarcal, e incluso fuera de la comarca. Así, el Consistorio ya se encuentra analizando las posibilidades, en colaboración con el primer sector local y de forma coordinada con Bedarbide.
“El germen de esta iniciativa debe venir del propio sector y el Ayuntamiento ayudar y complementar con todo lo que sea posible su consecución: apoyo logístico, técnico, análisis de viabilidad, canalización de subvenciones, posible terreno para su ubicación e incluso financiación de parte de la infraestructura. Sabemos que no es un camino corto, y mantendremos durante todo el proceso nuestro compromiso con el sector”, ha apostillado Gorostiaga.
De momento, el que ya es una realidad es el centro de transformación cárnica Belardi en Orduña, que ha llegado con la intención de ofrecer un entorno de formación y transformación de alimentos, tanto cárnicos como de otros tipos, a fin de posibilitar una mejora de la comercialización y los márgenes de venta de los productores de la zona, de forma que se pueda garantizar la supervivencia del primer sector.