Con el cielo encapotado a más no poder y con apenas 15 grados en el mercurio, este mediodía no parecía ser el mejor día en Álava para pedirse una refrescante bebida de burbujas. Pero vaya si lo hizo. Hasta había colas en este penúltimo viernes de este verano para hacerse con una de naranja, de limón, de manzana, un 7Up y hasta con el histórico bitter del aperitivo. Sobre todo, en la fábrica de KAS, la del primer refresco de burbujas del Estado, donde en el interior de su planta de Etxabarri-Ibiña una nutrida representación de sus 200 trabajadores respetaban religiosamente la fila ante la barra libre para poder brindar con estas bebidas sin alcohol de PepsiCo (el grupo al que pertenece) por los 50 años de esta fábrica alavesa.
Parecían seguir a rajatabla el pegadizo Dame más del anuncio de KAS que sonaba de fondo.
Una espera que se hacía mucho más llevadera entre el stand con el cortador de jamón, la hermosa barra de canapés o los cuatro expositores de diversas bolsas snacks de la compañía dispuesta para la ocasión.
“¡Qué orgullo veros hoy aquí a todos. PepsiCo pone a las personas en el centro, así que disfrutad del evento con vuestros familiares y amigos!”, animó en la presentación del acto, Ángela Yárritu, responsable de Recursos Humanos de la factoría, que ejerció como maestra de ceremonias.
Tenían hasta toro mecánico e hinchables pasa así hacerlo.
Equipo KAS
Si bien, uno de los momentazos de la jornada, llegó con el homenaje al mítico equipo KAS, cuyo maillot amarillo no solo es inolvidable por los logros que conquistó, sino por toda la pasión por las dos ruedas que despertó entre sus seguidores.
Es por ello que no faltaron algunos de sus extxirrindularis. Entre ellos, Paco Galdos, que tras colgar la bici, fundó hace más de 40 años el prestigioso Dolomiti, una de las primeras trattorias de Gasteiz, pese que hasta entonces, “no había comido una pizza en mi vida y eso que corrí seis Giros de Italia”.
Su hija Patricia está ahora al frente de este local en el que aparecen enmarcadas bien en grande las gestas de su aita. “Siempre he sido segundo. En aquel momento hice todo lo que pude pero no gané”, recordó en el estrado, entre risas, con Perico Delgado, otro exciclista, famoso por su humor a la hora de retransmitir la ronda gala o La Vuelta.
Orgullo
“El KAS era el equipo a temer”, resumió Delgado que se hizo profesional por uno de sus corredores: Carlos Melero, y que llevó a este acto a su hijo Pedro Nicanor (nombre artístico) “para que no le confundan con su padre” en los créditos de sus cortos, como el de Se acabó el verano que proyectó.
Tampoco faltó Joseba Beloki, que vive cerca de la planta, que fue elegido como uno de los embajadores locales de KAS, y que logró subirse al pódium del Tour en tres ocasiones en la era de Lance Armanstrong, o Manuel Martínez Vela, extrabajador de KAS y director del equipo ciclista amateur y masajista, donde conoció a Beloki.
Ahora, el hijo de éste, Markel, le ha tomado el relevo. Un orgullo que, como recordó Ramiro González, diputado general de Álava, del que también presumen los alaveses cuando explican a alguien de fuera que KAS se hace aquí, gracias a que la familia Knörr, como destacó Román, nieto del fundador, tuvo la valentía para hacerlo.
Marcando así “la historia del municipio”, como ensalzaron el alcalde de Zigoitia, Javier Gorbeña, y la primera edil de Vitoria, Maider Etxebarria, de amarillo KAS limón.
