Amurrio se ha convertido este domingo en el punto de encuentro del sector txakolinero alavés en un ambiente festivo como pocos.
No en vano, tras los ocho meses transcurridos desde la vendimia, tocaba descorchar la nueva añada y presentar a quien durante los próximos 12 meses será su embajador: el empresario hostelero de Laudio David Lecanda, creador de los restaurantes madrileños El Pimiento Verde y El Gran Asador Lecanda, “porque se fue a Madrid hace 26 años, pero nunca ha terminado de marcharse, porque jamás se ha olvidado de sus raíces y en su proyecto hace gala y distinción de los productos de su tierra y, por supuesto, de Arabako Txakolina”.
Así lo ha destacado el presidente de esta denominación de origen, Luis Mariano Álava, que le ha hecho entrega del detalle honorífico que los artesanos del txakoli alavés entregan desde 2021 a quienes les ayudan a promocionar su producto: una cartografía de la artista amurrioarra Raisa Álava, que representa la historia del txakoli en nuestro territorio.
Acertada elección
Su elección no ha podido ser más acertada y, de hecho, sorprende que no se haya producido antes, ya que Lecanda lleva mucho tiempo, y sin que se le nombre como tal, haciendo de embajador de Arabako Txakolina en Madrid.
Y es que el afecto de Lecanda por su municipio y entorno es tal que en la sección de txakolis de las cartas de vino de todos sus restaurantes solo figuran caldos alaveses.
En concreto, de las bodegas Astobiza de Okondo, de la de Garate en Laudio y de la de Artomaña en el amurrioarra Valle de Arrastaria, a quien ya hace años le encarga elaborar un txakoli exclusivo de nombre Llodio, en cuya etiqueta se aprecia la silueta de la parroquia de San Pedro de Lamuza de su pueblo rodeada de viñedos.
Asimismo, tiene por costumbre poner a la mesa y sobre cada jarra una hogaza de pan, en un claro guiño a la comida de agosto de la Cofradía de San Roque de Laudio, de la cual es miembro, y varios de sus restaurantes están decorados con dibujos a plumilla, obra de su aita, Santi Lecanda, que tampoco faltado al evento.
“Cuando llegué a Madrid en 1998 el txakoli era un gran desconocido y creo que existía solo una marca, Txomin Etxaniz de Getaria. Ni se hablaba del de Bizkaia y mucho menos del de Álava, pero ha evolucionado hacia vinos extraordinarios y, como alavés y de Llodio, aunque no tengo nada en contra de vizcaínos y guipuzcoanos, defiendo los nuestros y se los meto por las orejas a toda la clientela”, ha reconocido, agradecido con el nombramiento, y arrancando más de una carcajada al público congregado.
"Como alavés y de Llodio, aunque no tengo nada en contra de vizcaínos y guipuzcoanos, defiendo los nuestros y se los meto por las orejas a toda la clientela"
Entre este se encontraban, además de la práctica totalidad de concejales del Ayuntamiento de Amurrio, representantes comarcales, tales como el alcalde de Artziniega, Joseba Vivanco o el jeltzale laudioarra Ander Añibarro; además del viceconsejero de Agricultura, Bittor Oroz, o el director de áreas estratégicas de la Diputación Foral de Álava, Eduardo Aguinaco, que ha invitado a emular a Lecanda “porque todos y cada uno de nosotros podemos ser embajadores de nuestros productos y tierra”.
Lecanda, por su parte, tras afirmar que “el de hoy es un día relevante para mi”, ha reconocido que “aún no conozco todas las bodegas, pero espero me permitáis hacerlo para estar a la altura de esta embajada”, para acto seguido encender el txupinazo que ha dado el pistoletazo de salida al XXV Txakolin Eguna, que se ha desarrollado en el parque municipal.
Cosecha excelente
Hacia el pulmón verde del centro urbano de Amurrio ha enfilado la comitiva, en la que figuraban muchos familiares y amigos de Llodio de Lecanda, como su propio padre o Hernando Lacalle (viceconsejero de Finanzas y Presupuestos), y a ellos se han sumado, una vez culminado el Pleno de Tierras Esparsas en el vecino Okondo, el diputado general, Ramiro González, o la presidenta de la Cuadrilla de Ayala, Encina Castresana.
Y es que tocaba disfrutar de la fiesta del txakoli alavés y celebrar la nueva cosecha de la denominación de origen más pequeña del Estado, con apenas 100 hectáreas, que aunque escueta ha vuelto a lograr, por tercer año seguido, la calificación de excelente.
“Hay que felicitar a nuestros elaboradores, porque no hay ninguno que se haya quedado si quiera en la calificación inferior de buena y mucho menos en la de mala”
“Hay que felicitar a nuestros elaboradores, porque no hay ninguno que se haya quedado si quiera en la calificación inferior de buena y mucho menos en la de mala”, ha aportado el gerente de Arabako Txakolina, Josean Merino, que no ha obviado el fuerte varapalo que ha supuesto este año la cantidad, pues en la adelantada vendimia se recogieron 455.600 kilogramos de uva menos que la campaña récord de 2022, cuando entraron a bodega un total de 750.000 kilos, y la caída productiva ha sido del 52,58%.
Unos datos que “nos llevan a niveles de 2017, con unos resultados mucho peor de lo esperado, ya que teníamos unas previsiones de mantener un suelo de 500.000 kilogramos y sin embargo la cifra real ha sido de 394.400 kilos; o lo que es lo mismo, unos 370.000 litros”, ha matizado Merino.
El gerente, echando un vistazo rápido al recinto, ha vuelto a confirmar que fue todo un acierto la decisión tomada en 2017 de mover la fiesta del txakoli de la plaza del ayuntamiento al parque.
“Edición tras edición, se ha ido incrementando el número de amigos del txakoli alavés que nos visita”, ha agradecido.
De sus palabras dan fe los números, y es que en el stand gigante en horizontal que daba la bienvenida al recinto las colas han sido la tónica de la jornada, pese al esfuerzo realizado en mejorar el servidor, por el que se daba la oportunidad de adquirir tickets en venta anticipada.
En total, se vendieron tickets que el público canjeó por en torno a 36.000 copas y vasos, en los que se consumieron cerca de 12.000 botellas de txakoli alavés, frente a las 9.000 de la pasada edición.
Presentes estuvieron las txakolinerias Artomaña, Garate, Astobiza, Torre de Murga o la exquisita Bat Gara de Lezama (Amurrio) que, con tan solo seis hectáreas de viñedo, elabora al año en torno a 30.000 botellas de seis tipos de caldo, a cada cual más especial, pues los tiene desde crianzas en inoxidable y madera, o envejecidos en roble francés, hasta un espumoso ancestral, un orange wine y un palo cortado o vino Jerez.
De aquí que al Txakoli Eguna no pudiera llevar la nueva añada, sino “lo restante de 2022, ya que nuestros vinos llevan un proceso más largo y no estarán hasta octubre o noviembre”, ha apuntado su responsable, Txema Gotxi.
Stands gastronómicos
No menos importantes han sido la decena larga de stands gastronómicos que han acompañado a las bodegas de txakoli alavés en esta fiesta de presentación de la añada.
Ha habido parrilla Eusko Label de pollo de caserío, hamburguesas, chorizo y salchichas; talos y champiñones a la plancha; txistorra y morcilla de carnicería Burutxaga; pintxos y bocatas de queso Idiazabal de la quesería Izoria; gildas de Albizabal, o croquetas variadas de Kroketak.
Y es que como bien señaló el presidente de Arabako Txakolina, “hoy día tenemos txakolis que maridan perfectamente con cualquier plato”.
Rebujito de txakoli
Tampoco faltó la degustación del ya conocido rebujito de txakoli o Falzue, ni un mercado paralelo de productos artesanos locales en el paseo del Guk, al que se han sumado un concierto del quinteto local Belgorri, y una romería a cargo de la formación Akerbeltz, que han atraído a cientos de jóvenes a la fiesta.
A ello también ha contribuido el novedoso photocall, obra de Raisa Álava, que se ha instalado en el recinto y en torno al cual se ha organizado un simpático concurso.
Y es que todas las personas que se han hecho una foto en él y la subieran a Instagram, entraron en el sorteo de un lote de botellas de txakoli, que se realizará al cierre de fiesta a eso de las ocho de la tarde.