San Prudencio es una fiesta eminentemente familiar y por ello los más pequeños de la casa tienen un protagonismo especial en esta jornada de celebración tranquila en un entorno idílico. Niñas y niños han podido disfrutar de un nutrido programa de actividades, que durante la mañana se ha centrado en la animación a cargo de las trikitixas y la kalejira organizada por la Comisión de Blusas y Neskas, una comitiva que desfiló desde El Prado hasta Armentia.
Allí, a partir de mediodía, han gozado con la actuación de DJ Kaktus, con Bihurriak gara, y de la zona de juegos infantiles, donde el Wipe Out y el hinchable Pirata les han permitido descargar energías antes de seguir con la fiesta en las campas.
La verbena
En todo caso, muchas de las diversiones en principio reservadas a los adultos lo son en realidad para todos los públicos, y así niños y niñas se entregaron al baile con verbena de ENZIK2, ya en los últimos compases de la fiesta, y además en los puestos, al margen de que se tenga la edad que se tenga, un buen talo de chistorra siempre entra bien.
Otro clásico de esta cita son los puestos globos y juguetes, este año con pistolas de pompas de jabón, figuras de superhéreoes, gorros de Picachu y, por supuesto, tambores. Y, además, en los puestos de comida también se ofertaba producto infantil, como las nubes de algodón dulce, las garrapiñadas o las manzanas cubiertas de caramelo.
Jornada en familia
Los más pequeños han aprovechado también para disfrutar con su familia, algo cada vez más complicado en estos tiempos que vivimos, y ya por la tarde muchos se han acercado al centro de la ciudad para participar en la tamborrada infantil que ha desfilado por la calle Postas, la Plaza de la Virgen Blanca y la Plaza Nueva para concluir frente al Palacio de la Provincia.