El principal objetivo es volver a la situación previa a las fiestas de La Blanca de 2015. Hasta entonces todas las cuadrillas de blusas y neskas de Vitoria trabajaban conjuntamente bajo el paraguas de la Comisión.

Ese verano se produjo un cisma que hace que desde entonces coexistan dos colectivos que agrupan a blusas y neskas: la Comisión y la Federación, formada por cuadrillas escindidas entonces.

El Ayuntamiento de Vitoria quiere acabar con esta división y se ha puesto manos a la obra apostando por la contratación de una empresa para mediar entre ambas agrupaciones.

El Consistorio ha confiado en los servicios de la Fundación Gizagune para mediar entre la Comisión y la Federación de Blusas y Neskak. Se trata de una fundación especializada en gestión de conflictos y promoción de la convivencia.

Gizagune tendrá tres meses para acercar posturas y el precio del contrato es de algo más de cerca de 18.000 €.

La decisión del Ayuntamiento ha contado con el visto bueno de los responsables de la Comisión y la Federación. Sin embargo las expectativas de unos y otros ante el papel del mediador parecen alejadas.

La bajada de Celedón inicia las fiestas de La Blanca Alex Larretxi

Mientras que en declaraciones a Radio Vitoria, el presidente de la Comisión, Sergio González, aboga por la "unión de fuerzas" para acabar con el "sinsentido" de tener dos colectivos y reconocen que ese es su objetivo, desde la Federación apuntan a que "no hay necesidad" de abogar por la unificación ya que, como en las fiestas de otras ciudades pueden convivir dos agrupaciones festivas.

Desde la Federación entienden que el papel de la mediación puede servir para abordar temas que afectan a los dos colectivos de una manera más fluida sin tener que volver a la situación previa a 2015.

Un objetivo deseado desde el Ayuntamiento

En una entrevista concedida a DNA recientemente por la concejala de Cultura, Sonia Díaz de Corcuera, la máxima responsable municipal de las fiestas de La Blanca afirmaba que el Consistoria trabajaba por la unidad.

"Han pasado ya varios años desde la ruptura y esto no puede ser. Hay cuadrillas nuevas a las que les da igual estar en la Comisión o en la Federación porque lo que quieren es constituirse en cuadrilla y salir en fiestas. A mí me gustaría poder decir más pronto que tarde que tenemos de nuevo a las cuadrillas de blusas y neskas unidas", reconocía

Entonces, Díaz de Circuera veía predisposición por ambas partes. "En la Comisión y en la Federación veo que hay voluntad de que esto pueda llegar a solucionarse de alguna manera".

Sonia Díaz de Corcuera, responsable de Educación y Cultura en el Ayuntamiento de Vitoria. Josu Chavarri Erralde

La concejala de Cultura apuntaba a una estrategia que parece ser la que ahora se concreta con la contratación de la figura de un mediador. "No puedo decir cómo pero sí diré que desde el departamento de Cultura se les ha dado una idea con la que parece que están de acuerdo para que la trabajen de manera que podamos llegar a estas fiestas de 2024 con unas cuadrillas de blusas y neskas unidas", explicaba.

Desde el Ayuntamiento reprochaban entonces que "la ciudadanía no entiende que haya dos paseíllos de ida, dos paseíllos de vuelta, que haya actividades que se solapen... La ciudad no se merece esto. El año pasado, me parecía que era un buen momento, con el último año de Gorka, poder despedirle dándole a la ciudad esa alegría. No fue posible. Vamos a ver si en el 24, cumplen".

Gorka Ortiz de Urbina, tras acceder a la balconada por última vez. Jorge Muñoz

Entonces ya auguraba Sonia Díaz de Corcuera que la tarea no sería sencilla pero se mostraba convencida de lograrlo: "En cualquier reconciliación hay que dejarse pelos en la gatera, ceder y observar aquello que causó la división de otra manera, con una mirada renovada. Ha llegado el momento de solucionar este asunto".

Habrá que ver si los pasos que pueda dar la Fundación Gizagune acerca las posturas de la Comisión y la Federación y es capaz de lograr coser las heridas de una ruptura que corre el riesgo de perpetuarse.