Como bien están dejando patente los agricultores y ganaderos alaveses en los últimos meses, dedicar una vida profesional al campo es cada vez más difícil, en un entorno de insumos cada vez más costosos, un mar de burocracia, exigencias cada vez mayores y tierras caras, circunstancias que se añaden a la dureza secular del oficio que garantiza la alimentación de la ciudadanía y mantiene con vida el mundo rural.

En todo caso, Álava ha conseguido mantener su superficie cultivable en el entorno de las 100.000 hectáreas en la última década, según datos a los que ha tenido acceso DIARIO NOTICIAS DE ÁLAVA.

Si en 2014 la superficie disponible era de 101.671 hectáreas, en 2023 era de 98.958, apenas 2.700 menos, a pesar de que el número de explotaciones agrícolas, agrícolas-ganaderas o agrícolas-ganaderas-forestales en esta década se ha reducido en 1.846, de las 4.345 de 2014 a las 2.499 censadas en la actualidad.

Este último dato, incluido en una respuesta escrita de la diputada de Sostenibilidad, Agricultura y Medio Natural, Amaia Barredo; a una pregunta del grupo de juntero de EH Bildu, a la que ha tenido acceso este diario, refleja una realidad clara si se coteja con el de la superficie disponible.

Las explotaciones son cada vez más grandes y están en manos de menos productores.

Un tractor en un pueblo de la Llanada alavesa. Josu Chavarri Erralde

En su respuesta a la portavoz de EH Bildu, Eva López de Arroyabe, Barredo señala que “existen múltiples razones que pueden explicar”, la reducción de explotaciones en el campo alavés, “que por otra parte no resultan exclusivas para Araba y se reproducen tanto en territorios limítrofes como en otros países de nuestro entorno”.

Respaldo familiar

Son, por ejemplo, “la falta de respaldo familiar para que los y las jóvenes den el paso de incorporarse al sector por tener una sensación de falta de rentabilidad en la actividad”. A ello se añade que “muchas personas, conforme se acercan a la edad ordinaria de jubilación, prefieren continuar con la actividad redirigiendo sus producciones casi en exclusiva al cultivo de cereal, que no demanda gran cantidad de horas de trabajo y está totalmente mecanizado, siendo frecuente que personas con más de 65 años mantengan la actividad hasta bien entrados los 70 años”.

Elevadas rentas

Por otro lado, señala Barredo, está “la dificultad de acceso al suelo generada en gran parte por las elevadas rentas que algunos profesionales del sector están ofreciendo por aquellas parcelas cuyos titulares cesan en la actividad agraria”. Otro obstáculo al crecimiento en el censo de agricultores es “una falta de interés por la dificultad de conciliar la actividad agraria con el tipo de vida que la sociedad demanda, dada la dependencia de la climatología, y la concentración de muchas horas de dedicación en periodos cortos de tiempo”.

La ganadería

En relación a la ganadería, se han perdido 87 explotaciones, de 98.410 a 83.051. Hace diez años había 62 negocios de vacuno de leche en Álava y 10.548 animales, por las 41 explotaciones y 8.481 cabezas de este 2024. En vacas nodrizas de carne, en 2014 se registraron 637 explotaciones con 25.789 ejemplares, y en 2024 son 557 explotaciones con 24.809 vacas. Además, había en 2014 52 explotaciones de vacas de cebadero, con 2.686 animales, por las 47 explotaciones y 5.649 ejemplares actuales.

Por su parte, en relación al ganado ovino, en 2014 había 99 explotaciones que albergaban a 30.257 ovejas, por las 57 explotaciones de 2024 y los 23.394 animales registrados. Había además hace diez años 587 explotaciones de ovejas para carne con 24.643 animales, y en 2024 eran 599 negocios con 15.853 ovejas. En estos diez años se ha sumado una explotación de ovejas de cebadero con 674 animales. Por último, en 2014 había 5 explotaciones de ganado caprino para leche, con 354 cabezas. En 2024 existen las mismas explotaciones, pero suman 1.392 cabras. En caprino de carne se ha pasado de 313 explotaciones con 4.133 cabezas a 361 negocios y 2.799 animales.

El 27% de los jóvenes que se han incorporado al campo alavés no tenían relación con el sector

De los 82 jóvenes que se han incorporado al campo alavés en los últimos cinco años, 60 tenían vinculación con el sector, mientras que los 22 restantes, un 27%, no mantenían relación con el agro. Así lo recoge un informe elaborado por la Diputación Foral de Álava al que DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA ha tenido acceso en exclusiva.


En él, la diputada de Sostenibilidad, Agricultura y Medio Foral, Amaia Barredo, da respuesta, por escrito, a una cuestión planteada por EH Bildu en materia de nuevas integraciones de trabajadores al Sector Primario así como la evolución de las explotaciones agropecuarias en el territorio alavés. En concreto, es una respuesta a la actual portavoz de EH Bildu en las Juntas Generales de Álava, Eva López de Arroyabe, quien realizó dicha petición.


En primer lugar señalar que, como ya se ha adelantando al inicio de esta información, en el último lustro, es decir, entre 2019 y 2023, el Sector Primario en Álava ha recibido a un total de 82 jóvenes, quienes han hecho uso del plan de ayudas destinado a esta parte de la población.


Si se analiza el parte por periodos, es evidente que 2019 y 2021 fueron los años que más incorporaciones sumaron, un total 20, respectivamente. En 2020, en cambio, se contabilizaron un total de 15 nuevos expedientes; 14 en 2022, y uno menos en 2023.


En lo que respecta a la categorías del sector, siguiendo un orden cronológico, en 2019, la vitícola fue la explotación que más incorporaciones acogió, un total de siete; mientras que, otras como la avícola o la hortícola, tan sólo sumaron una.


Por otro lado, en 2020, las explotaciones avícola, vacuno de leche y vitícola, fueron las más solicitadas, con tres incorporaciones en cada una de ellas. En 2021, por su parte, la rama de la viticultura y avicultura destacó con cuatro nuevos trabajadores en cada uno de ellos; mientras que, en 2022, la explotación vitícola volvió a resaltar, esta vez, con un total de 11 nuevos expedientes. El año pasado, en cambio, fue el cultivo de secano la opción más escogida entre jóvenes agricultores; seguida de la explotación vitícola.


Formación agrícola

Asimismo, otros de los puntos interesantes a subrayar en la memoria gira en torno a la formación de estos jóvenes en escuelas agrarias. “Todas las instalaciones deben justificar una formación mínima de 200 horas, de las cuales el 50% deben estar realizadas con carácter previo a solicitud y el otro 50% se pueden realizar durante la duración del plan de incorporación”, ha recogido la diputada de Agricultura.


Además, asegura que cada son más los solicitantes que “presentan una formación reglada previa relacionada con materias agrarias”; ya sea a través de escuelas agrarias o bien mediante grados universitarios. Sin ir más lejos, de ese grupo de 82 nuevos trabajadores, 20 de ellos disponen de títulos académicos.


Al hilo de esta cuestión, una de las tablas del informe muestra las veinte titulaciones de estos jóvenes. Grado medio de Agricultura y Ganadería; grado superior de Paisajismo y Medio Rural; grado en Enología; Ingeniería agrónoma así como grado en Ciencias Ambientales son algunas de las formaciones que contempla el informe foral.

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En imágenes: Así ha sido la tractorada txiki en Vitoria Jorge Muñoz