Los paseos compartidos Ttipi-Ttapa que activó a finales del pasado año el municipio de Amurrio, en una demostración del poder de la comunidad para promover la salud y el bienestar de toda la población, tienen programada una nueva cita este viernes (23 de febrero), con salida de la plaza Juan Urrutia a las 10.00 horas.

Se trata de una serie de rutas de caminantes -muy asequibles, tanto por su longitud y escaso desnivel, como por su cercanía al casco urbano- en cuyo diseño han colaborado diversas asociaciones y colectivos del municipio tales como el Consejo de Mayores y Nagusilan, el colegio Amaurre y el instituto Zaraobe, o Asasam (la asociación ayalesa de familiares y personas con enfermedad mental).

Más de un programa de paseos

Y es que se trata de algo más que un simple programa de paseos, ya que -según explicó su coordinador, Unai Arrieta- “es un ejemplo de trabajo colaborativo en el que las caminatas tratan de adaptarse a las necesidades de diferentes grupos, incluyendo rutas de distancias variadas y recorridos que se ajustan a la diversidad funcional de las personas que se animan a tomar parte”.

En definitiva, un proyecto que involucra a diferentes agentes del municipio donde se implanta, para promover la participación activa de la comunidad en la promoción de la salud y el bienestar y con el que, además, se fomenta la cohesión social, el trabajo intergeneracional y la integración de personas con diversidad funcional.

Programa vasco

La iniciativa (que tendrá nuevas sesiones los días 18 de marzo, 17 de abril, 9 y 31 de mayo, y 19 de junio) se enmarca en el programa “Mugiment” que ha impulsado el Departamento de Salud del Gobierno Vasco en más de 60 Ayuntamientos y con más de 40 agentes implicados. De hecho, al vecino Laudio también ha llegado este mes, bajo el nombre “Bidelagun”, y en el plan de colaboración para promover la actividad física y disminuir el sedentarismo en la localidad se han implicado desde el personal técnico municipal de Adicciones hasta representantes de asociaciones como Sartu, Pentsionistak, la asociación de jubilados San Roketzar, Laudio Institutua, Asasam, Solastiar o Apdema, entre otras.

Entre todos acordaron impulsar paseos saludables entre colectivos de distintas capacidades y edad, que superaron la prueba de fuego, pues el primer paseo de ida y vuelta entre la Herriko Plaza y el barrio de Gardea del pasado día 5 resultó todo un éxito. El próximo será el miércoles 28 de febrero y, aunque también partirá de la plaza del Ayuntamiento, tomará rumbo al barrio de Areta.

Canales habituales

El Consistorio informará en los próximos días, a través de sus canales habituales de comunicación, las rutas de las próximas salidas, ya que hay prevista otra para el 21 de marzo.

En la presentación de estos paseos en Laudio, el subdirector de Salud Pública del Gobierno Vasco Juan Carlos Fernández Crespo, destacó el éxito de este programa asegurando que “en todas las localidades en las que se ha realizado la evaluación ha sido muy positiva, ya que aporta beneficios físicos y psicológicos a los participantes. Físicamente, porque mueven el cuerpo y psicológicamente, porque salen de casa y se relacionan”. Y es que el proyecto, además de promover la actividad física, pretende ser una oportunidad para conocerse, compartir, empatizar e interactuar”.

Fuera de servicio

En otro orden de temas, desde el Ayuntamiento de Amurrio han dado aviso de que este jueves continuará fuera de servicio, tal y como ocurrió el miércoles, el ascensor panorámico que conecta las calles Foru y Dionisio Aldama, a la altura de la plaza San Antón. Y es que se está llevando a cabo la mejora de la visibilidad y seguridad de la infraestructura, de la que dio cuenta DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA el pasado diciembre. La intervención, cifrada en algo más de 15.000 euros, servirá para sustituir las puertas actuales rayadas y golpeada por nuevas de cristal, e instalar nuevas tiras de luces led que reforzarán la visibilidad y el alumbrado en horas nocturnas. La actuación se está aprovechando, asimismo, para realizar una limpieza del interior de la estructura acristalada que envuelve y protege al ascensor, ya que desde su puesta en funcionamiento en 2011 apenas ha sido sometido a trabajos de mantenimiento. El elevador, cuya construcción supuso un desembolso de 700.000 euros, salva los algo más de 8 metros de desnivel que hay entre la calle Foru y Dionisio Aldama, en las inmediaciones de la plaza de San Antón, desde donde se accede a la plataforma elevadora a través de una pasarela de 18 metros de largo y 2,5 de ancho. A mitad de recorrido, que también se puede hacer a pie por unas escaleras que discurren paralelas, el ascensor tiene la opción de hacer parada a la altura de las galerías comerciales y el centro de empleo Lanbide.