El Ayuntamiento de Amurrio colabora con la Asociación Bihotzez en una campaña de concienciación destinada a visibilizar y brindar apoyo a las personas con cardiopatías congénitas y a sus familias. La iniciativa, que se llevará a cabo este miércoles (14 de febrero), tiene como objetivo principal visibilizar la enfermedad y apoyar el trabajo que se viene realizando para su prevención temprana, donde las personas afectadas puedan recibir el debido tratamiento y de esta manera poder garantizar una vida escolar, laboral, familiar y social normalizada.

“La sociedad amurrioarra se define especialmente por su carácter solidario, como demuestra habitualmente a través de múltiples actos, y por eso queremos en esta ocasión sumarnos a una causa tan noble como la de apoyar a las personas enfermas con cardiopatías congénitas y sus familias, haciendo un llamamiento social para unirnos a su causa. Y en representación de ello, iluminaremos de rojo el renovado ascensor de San Antón”, señala la concejal de Acción Social, Laura Fernández.

De hecho, este elevador panorámico, que conecta las calles Foru y Dionisio Aldama, ha sido sometido recientemente a un intenso lavado de cara, que ha supuesto un desembolso de 15.306,41 euros. La inversión ha servido para abordar una serie de mejoras en la infraestructura, a fin de aumentar tanto su visibilidad interior y la iluminación natural, como su seguridad; y, para ello, se han sustituido las puertas, que presentaban golpes, por otras nuevas de cristal, y se han instalado tiras de luces led que refuerzan la visibilidad y el alumbrado en horas nocturnas. La actuación se ha aprovechado, asimismo, para realizar una limpieza del interior de la estructura acristalada que envuelve y protege al ascensor, ya que desde su puesta en funcionamiento en 2011 apenas había sido sometido a trabajos de mantenimiento.

Ocho metros de desnivel

El elevador, cuya construcción supuso un coste de 700.000 euros, salva los algo más de ocho metros de desnivel que hay entre la calle Foru y Dionisio Aldama, en las inmediaciones de la plaza de San Antón, desde donde se accede a la plataforma elevadora a través de una pasarela de 18 metros de largo y 2,5 de ancho. A mitad de recorrido, que también se puede hacer a pie por unas escaleras que discurren paralelas, el ascensor tiene la opción de hacer parada a la altura de las galerías comerciales y el centro de empleo Lanbide.

Así, no es de extrañar que el Ayuntamiento haya escogido, precisamente, este punto para sumarse a la campaña de Bihotzez (asociación de ayuda a niños, niñas y jóvenes con cardiopatía congénita y sus familias de Euskadi), que recorrerá distintas localidades de Euskadi y Navarra, en aras de sensibilizar al mayor número de personas posible y dar a conocer la enfermedad.

En la actualidad las cardiopatías congénitas (CC), un conjunto de trastornos caracterizados por anomalías estructurales en el corazón, originadas por defectos en su formación durante el periodo embrionario, afectan casi al 1% de los recién nacidos en España, y en Euskadi nacen cada año, aproximadamente, 175 niñas y niños con esta enfermedad.

En este contexto, desde 1999, el 14 de febrero ha sido designado como el Día Mundial de las Cardiopatías Congénitas, con la intención de sensibilizar sobre esta enfermedad y respaldar las labores dirigidas a su detección precoz, garantizando así un adecuado tratamiento que permita una vida plena en todos los aspectos. Una tarea de la que, en Euskadi, se encarga la Asociación Bihotzez, que lleva años ofreciendo un apoyo integral tanto a las familias como a los profesionales de la educación para que estas niñas y niños puedan tener una buena calidad de vida.

Entre los servicios que ofrece se encuentran la información y asesoramiento sobre alojamiento durante la hospitalización en el Hospital de Cruces (centro de referencia para las intervenciones en cardiopatías congénitas), así como orientación psicosocial tanto en el entorno hospitalario como fuera de él. Además, la asociación brinda apoyo a los profesionales de la educación para abordar las dificultades físicas, de aprendizaje y de socialización que enfrentan los niños y jóvenes afectados.