El equipo de AQUILA a-LIFE en Álava ha informado de que ‘Faustino’, un juvenil de águila de Bonelli que fue liberado en 2022 en la Rioja Alavesa, fue tiroteado a principios de este año en Navarra por cazadores desaprensivos.

‘Faustino’ era un macho de águila de Bonelli, nacido en el centro de cría en cautividad de la especie existente en Vendée (Francia), que había sido introducido el año pasado en Laguardia dentro del proyecto AQUILA a-LIFE.

Tras su liberación este ejemplar juvenil se había asentado para pasar su primer invierno en Navarra, en concreto en la Ribera tudelana, y en el mes de enero frecuentaba los sotos del río Alhama en las inmediaciones del pueblo de Corella. ‘Faustino’ solía dormir en los álamos de un soto, una zona relativamente tranquila y muy rica en conejo de campo donde en apariencia se encontraba seguro.

El pasado 22 de enero, un cazador desaprensivo la disparó a bocajarro, provocándole la muerte inmediata. ‘Faustino’ estaba siendo seguido diariamente mediante GPS, por lo que se conocen perfectamente las circunstancias de su muerte. A las pocas horas de ser abatido, los técnicos responsables de AQUILA a-LIFE en Álava dieron la voz de alarma y avisaron al Servicio de Biodiversidad del Gobierno de Navarra.

Al día siguiente los Guardas de Medio Ambiente de Tudela se personaron en las coordenadas indicadas por el emisor y constataron la muerte del águila, procediendo a levantar el cadáver y a trasladarlo al Centro de Recuperación de Fauna Salvaje de Ilundain (Aranguren, Navarra).

Las radiografías del cadáver de ‘Faustino’ que figuran en la necropsia efectuada el pasado 14 de febrero no dejan lugar a dudas de la causa de la muerte, mostrando que había sido acribillado con más de sesenta perdigones que estaban distribuidos por todo el cuerpo del águila, afectando a diversos órganos vitales. Por lo tanto, el disparo se produjo a corta distancia y con munición de la utilizada habitualmente para la caza menor.

Una especie en peligro

 El águila de Bonelli es una especie catalogada "En peligro de extinción" tanto en Navarra como en Euskadi, por lo que el Servicio de Patrimonio Natural de la Diputación Foral de Álava, en colaboración con otros organismos y entidades, lleva años desarrollando programas de reforzamiento poblacional para la recuperación de la especie, incluidos los proyectos LIFE Bonelli y AQUILA a-LIFE, ambos financiados por la Unión Europea.

Faustino el dia de su liberacion Cedida

‘Faustino’ es el cuarto ejemplar de los seis juveniles de águila de Bonelli que fueron introducidos en 2022 en la Rioja alavesa que ha sido recogido muerto: ‘Negu’ murió ahogado, ‘Benterana’ chocó contra el vallado de una balsa, ‘Benedicto’ colisionó en un parque eólico y ‘Faustino’ fue acribillado en un coto de caza de Navarra.

Las águilas de Bonelli sufren una elevada mortalidad juvenil durante su primer año de vida, lo que ha contribuido a su rarificación y extinción en buena parte del norte de la Península Ibérica. Las principales causas de mortalidad en el alto valle del Ebro son la electrocución, la colisión y la depredación natural. Pero las muertes asociadas a la actividad humana, como la caza, además de constituir un "delito medioambiental" resultan particularmente sangrantes.

AQUILA a-LIFE ha estado coordinado por GREFA y también han participado como socios la Diputación Foral de Álava, la Fundació Natura Parc (Mallorca), Gestión Ambiental de Navarra-Gobierno de Navarra, ISPRA (Italia) y LPO/BirdLife (Francia). Ha dado su apoyo la Fundación Biodiversidad del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico.

Izki también fue tiroteada

Otra Bonelli, Izki, también fue tiroteada desde una palomera navarra hace apenas cinco años, aunque pudo ser rescatada en el último momento y recuperada en Martioda.

Un día de finales del pasado noviembre de 2018, el emisor indicó que ‘Izki’ estaba en dificultades, pues casi no se movía de un robledal situado entre Navarra y Álava. Tras tres días de intensa búsqueda, los Guardas de Medio Ambiente de Álava y del Parque Natural de Izki consiguieron localizarlo y recogerlo en las inmediaciones de una palomera navarra, en territorio alavés. Urgentemente lo trasladaron el Centro de Recuperación de Fauna (CRF) de Martioda y la exploración veterinaria no dejó lugar a dudas: ‘Izki’ había sido tiroteado.

El ave presentaba numerosos perdigones por todo el cuerpo, en el tórax, en las dos patas, en la base de la cola y en las dos alas. Además, el disparo le había provocado una fractura en el cúbito del ala derecha que le impedía volar y los perdigones le habían destrozado varias plumas veleras, dos rectrices de la cola y varias rémiges del ala izquierda. Se dio la circunstancia de que dos de los perdigones habían impactado en la anilla de aluminio con la que ‘Izki’ estaba marcado y, sin duda, ello había salvado al águila de perder también una de las garras.

Tras muchas semanas de curas y rehabilitación, en abril de 2019, fue nuevamente liberada en la zona de Campezo.