Indignación y enfado. Así se sentían este domingo a la mañana los comerciantes de la calle Coronación. Cuando han llegado en torno a las siete a abrir sus negocios se han encontrado con una desagradable sopresa.
La mayoría de escaparates y fachadas amanecían con numerosas pintadas y grafitis.
Concretamente, el bar Golden Gate, la tienda El Portugués Textil, el bar Bahía (a punto de reabrir sus puertas), la fachada del local vacío donde ha estado durante muchos años Caja Laboral, el negocio de estética Kalma, la fachada del mercado de Coronación (que aglutina en un mismo espacio carnicería, pescadería y charcutería), y la cadena de oportunidades Sqrups.
Los propios dueños, que se lamentaban de la falta de civismo en el barrio durante los fines de semana, intentaban limpiar las pintadas, sin mucho resultado, al ser muy complicado que desaparezcan con agua y jabón.