En la carrera por ser una de las cien primeras ciudades europeas neutras en carbono en la que se ha embarcado Vitoria es fundamental acometer la eficiencia energética de los edificios más viejos. Se trata de un camino de largo recorrido para el Ayuntamiento, que proyecta rehabilitar 20.000 viviendas esta década, hasta 2030, según informó ayer la concejala de Acción por el Clima, Ana Oregi.
Incluye esta iniciativa 11.335 viviendas en los denominados barrios de oro, áreas declaradas degradadas, como Abetxuko, Adurza y San Cristóbal, Arana, Ariznabarra, Coronación, Pero también edificios del Casco Viejo y del Ensanche gasteiztarra. De estas 11.335 casas, 10.858 son viviendas colectivas y 477 unifamiliares.
El plan Ekobarrios con el que Vitoria trata de subirse a "esta ola masiva de rehabilitación de viviendas viejas en la UE" -califica Oregi- contempla obras similares a las llevadas a cabo en parte del barrio de Coronación. Las reformas conllevan arreglos de fachadas, tejados y cambios de sistemas de calefacción en 50.000 pisos hasta que desaparezcan los derivados del petróleo. De esta forma, se ahorra en consumo de energía. Evidentemente, para llevar a cabo tanta rehabilitación de inmuebles, el Ayuntamiento carece de dinero suficiente, y confía en la llegada de fondos europeos.
Ayudas
EH Bildu, partido que preguntó al gabinete del alcalde, Gorka Urtaran, por sus planes en materia de eficiencia energética, duda de que estas rehabilitaciones se vayan a llevar a cabo, sobre todo si el Ayuntamiento no pone en marcha subvenciones.
En este sentido, anuncia el gabinete Urtaran que ya se han activado los 700.000 euros correspondientes a 71 expedientes con los que se va a completar la partida agotada de 2018.