El actual contexto de crisis socio-sanitaria generada por el covid-19 y las medidas de confinamiento adoptadas, han supuesto, por una parte, la invisibilidad de la violencia machista, pero al mismo tiempo, el afloramiento de nuevos elementos que inciden en ella.
Los datos estadísticos recogidos por los diferentes recursos públicos que atienden a mujeres víctimas de violencia machista apuntan a un descenso de casos atendidos, no obstante, comenzamos a obtener información que apunta a que la violencia que ocurre en el hogar o en el seno de la pareja o expareja se ha adaptado a la nueva realidad, lo que requiere una urgente y eficaz adaptación institucional para identificar y responder a sus características actuales.
El mensaje "quédate en casa" ha dificultado ver lo que sucede con las dinámicas de la violencia machista y pone en evidencia la necesidad de tener en cuenta a las personas que no disponen de unas condiciones mínimas para hacerlo y, en particular, mujeres cuyo hogar, lejos de ser un lugar seguro, supone un espacio de mayor riesgo donde las agresiones no trascienden el ámbito doméstico.
Si bien no se disponen aún de datos concluyentes, parece que el confinamiento ha aumentado la sensación de control de los agresores mientras que ha inhibido a las mujeres a la hora de denunciarlos, quienes han generado nuevas estrategias de supervivencia, reforzando sus habilidades de contención para poder gestionar la convivencia, para protegerse a sí mismas, y a quienes conviven en el hogar con ella.
Además, el contexto actual ha agudizado los malestares de las mujeres, no solo por las situaciones de violencia, sino por la limitación de apoyos para desarrollar sus vidas, tanto de cuidados como económicos, agravándose su situación estructural de desigualdad.
Confinamiento
De hecho, durante el confinamiento no se ha reconocido lo suficiente la importancia de los cuidados para mantener la vida y la salud dentro de los hogares, labor ésta que ha supuesto una carga emocional importante para las mujeres.
Deberemos prestar especial atención, asimismo, a los efectos de la pandemia que se expresen a lo largo del tiempo y de distintas maneras, donde se prevé salgan nuevas realidades a las que hacer frente. También en el caso de las y los menores, es necesario observar el desarrollo de estrategias propias y de protección hacia sus madres, ya que pueden aflorar posteriormente episodios de violencia contra ellas o retrocesos en los procesos de maduración.
Tras la crisis, un llamamiento a la vuelta a la normalidad puede provocar frustración y peligro por volver a situaciones previas de violencia. Además, de cara a la reparación, es fundamental sistematizar y analizar los daños generados y los cambios producidos para poder realizar una intervención adecuada.Reconocimiento
Las personas jóvenes, por su parte, no son ajenas a esta transformación de las formas en las que se ha manifestado la violencia, siendo fundamental reconocerlas y transformar el sistema de valores y creencias que la sustenta.
Conscientes de la complejidad del contexto y del compromiso adquirido en el Hara! IV Plan para la Igualdad de Género para garantizar vidas libres de violencia machista desde una perspectiva interseccional y de derechos humanos, el Ayuntamiento de Gasteiz se compromete a:
Fortalecer la detección de nuevas formas y contextos de violencia.
Identificar los recursos asistenciales que han ofrecido una respuesta adecuada a las mujeres durante el confinamiento, ampliando puertas de acceso y fortaleciendo vías telemáticas que garanticen su acceso como herramienta de información y contención incorporándolos en el protocolo de atención a la violencia machista.
Mantener y adaptar los recursos de atención y apoyo para las mujeres que enfrentan violencia machista en todas sus formas con un enfoque empoderante y reparador, garantizando el derecho a la protección, atención, reparación y garantía de no repetición.
Reforzar las redes comunitarias de apoyo desde una concepción de la violencia como un problema estructural y no personal así como procesos de empoderamiento desarrollados en el seno de proyectos como la Escuela para el Empoderamiento Feminista y Sorginena- Tu casa Feminista.
Promover relatos alternativos que reconozcan la labor de contención que están realizando las mujeres.
Consolidar y adaptar la estrategia de prevención de la violencia machista dirigida a la población joven Libre izan Nonahi!
Peservar y consolidar los programas de igualdad como herramientas fundamentales para la prevención de la violencia machista.
Incorporar la perspectiva de género en los planes de choque y respuesta a los impactos de la crisis.
Reforzar la Coordinación intramunicipal e interinstitucional a través de la actualización del protocolo de atención a la violencia machista del Ayuntamiento, y la colaboración y coordinación con otras Instituciones y agentes.
Asimismo, hacemos un llamamiento a la ciudadanía a adherirse a las movilizaciones convocadas por el movimiento feminista con motivo del día Internacional contra la Violencia hacia las mujeres.