Al bambú se le conoce como “la hierba del acero”. Hasta tal punto es así que en muchos países orientales los andamios se hacen con sus cañas y hasta hay puentes fabricados con este material que, además de ser muy fuerte, también tiene excelentes propiedades para amortiguar las vibraciones, por lo que los golpes en la carretera parecen absorberse sin apenas esfuerzo, de ahí que muchas personas lo comparen con la fibra de carbono. Toda esta serie de bondades, unida a su ventaja de ser renovable, ha hecho que una docena de alaveses se apuntara este pasado fin de semana a un curso-taller para hacer cuadros de bicicletas en Legutio, en el local de la Gazte Asanblada. Lo impartió el argentino Nicolás Masuelli, de Masuelli Bambú Bikes, con experiencia desde 2006 en el desarrollo de bicis de bambú de todo tipo (tándem, montaña o urbanas, entre otras), y quien junto a su mujer, Markéta Cerenová, originaria de República Checa, y su hijo Erni, ha recorrido con estos vehículos medio mundo e incluso han escrito un libro para recoger sus experiencias, llamado Diarios de Bambucicleta.

El objetivo de este taller era divulgar la utilización del bambú y aprender a desarrollar los cuadros de bicicleta con ese material, tal y como especifica Iván Platas, el ingeniero gasteiztarra fundador de la start-up Goyti, que fabrica vehículos y remolques eléctricos con bambú, entre otros materiales renovables, y que ha ayudado a organizar este evento.

La realización de este cuadro de bici se hizo de manera totalmente artesanal, con un trabajo al que dedicaron alrededor de 20 horas. En concreto, se pusieron manos a la obra este pasado viernes, de 16.00 a 20.00 horas, y continuaron el sábado y domingo de 9.00 a 13.00 y de 14.00 a 18.00 horas, para este proceso de fabricación, en el que además de bambú también utilizaron fibra de carbono, muy empleada en automoción y en Fórmula 1.

Cada participante contó con todos los elementos para construir el cuadro de bambú: como el uso de herramientas de trabajo y los elementos de seguridad (mascarilla, gafas y guantes). Además, recibieron toda la información y la asistencia personalizada para construir el cuadro paso a paso. Así aprendieron a elegir el bambú adecuado, a tratarlo y prepararlo, a definir el diseño de bicicleta o a realizar las uniones en fibra: utilizando técnicas manuales apropiadas para lograr un marco resistente, liviano, de gran belleza y que además es poco visto por estos lares.