vitoria - La práctica totalidad de los abusos sexuales a menores proviene del entorno más cercano a las víctimas, tanto del ámbito familiar como del educativo o de ocio, lo que hace que la obtención de pruebas sea difícil porque se producen en un ámbito de confianza o sin testigos.

Ésta es una de las preocupaciones que expresa la Fiscalía de Álava en su memoria de 2017, en la que advierte de que en estos casos la prueba “casi exclusiva” recae en el testimonio de la víctima y, muchas veces, dada la poca edad del menor, es “extremadamente difícil cuando no imposible”.

También la Fiscalía expresa su preocupación por los casos de agresiones de hijos a padres y asegura que las situaciones suelen ser dramáticas porque los progenitores sólo acuden a la Justicia cuando el problema es grave y desemboca en una situación de convivencia imposible con agresores que no suelen tener medios económicos para independizarse.

La Fiscalía solicita una vez más que se haga una reforma legislativa que elimine la obligatoriedad de imponer una medida de alejamiento en estos supuestos de violencia doméstica pues la situación actual aboca a los afectados a quebrantar la pena. Así, reclama que se pueda evaluar individualmente cada caso sin tener que ordenar obligatoriamente el alejamiento del hijo agresor.

La Fiscalía dedica un extenso apartado a los menores y advierte de que el ranking de los delitos cometidos por los jóvenes lo encabezan los de lesiones, seguidos de los de maltrato en el ámbito familiar y los de robo con violencia o intimidación. - Efe