Vitoria

- “Anímense, que es gratis y les invitamos a un almuerzo”. Un blusa de la cuadrilla Nekazariak azuzaba -con cariño- a los curiosos que ayer al mediodía se agolpaban tras una valla en la plaza de La Provincia para que cruzaran la línea y saltaran a bailar. Al otro lado de la valla, una veintena de parejas movían ya el esqueleto al ritmo que desde el escenario marcaba la banda de música de Los Tocados, con las jotas y el pasodoble como leit motiv. En su vigésimo segunda edición, que se dice pronto, el meneíto veterano, la fiesta del baile organizado por Nekazariak cada 8 de agosto, reunió de nuevo a los mejores Vincent Vega y Mia Wallace de la capital alavesa.

La mayoría, que no todas, eran parejas con varios años de experiencia en sus zapatos de baile, aunque por la pista ubicada frente al palacio foral también pasaron desde una pequeña pareja de blusas txikis hasta una de neskas, todos dispuestos a disfrutar de una mañana en la que la temperatura fue magnánima y no abrasó a las parejas participantes con demasiado calor. Con tiempo para todos, algunas parejas salían y otras entraban aprovechando los descansos de la banda entre canción y canción, así que los blusas de Nekazariak seguían atentos a su alrededor a la caza y captura de nuevos participantes, ya fuera a viva voz o con un cartel en su cabeza, como uno de sus blusas txikis. “Salid a bailar vosotros”, animaba un curioso a los propios blusas, que a pesar de organizar este meneíto veterano desde hace más de dos décadas no estaban ayer con muchas ganas de baile, probablemente porque los cuatro días de fiesta acumulados en el cuerpo empezaban a hacer sus estragos.

almuerzo Con sus respectivos dorsales en la espalda, giro por aquí y movimiento de pies por allá, los pasodobles iban animando a las parejas, que no perdían ojo, o mejor dicho, oreja, a los primeros compases de cada tema. Como en años anteriores, los encargados de inundar la plaza de La Provincia con el sonido de sus instrumentos fueron los integrantes de la charanga Los Tocados, que entre canción y canción aprovechaban para reponer fuerzas con un buen trago de agua, especialmente cuando a eso de las 13.00 horas el sol había decidido quedarse un buen rato iluminando la plaza. El tiempo pasaba, las parejas se sucedían y algunos mantenían su vista fijada durante más tiempo en el almuerzo que los blusas habían preparado en las mesas para los participantes que a sus propias parejas.

Todas se meneaban, como todos los años, por una buena causa, pues la cuadrilla aprovecha el evento para colaborar en acciones solidarias, como la donación de sangre. Con la banda apurando las últimas notas de clásicos básicos como el No te vayas de Navarra, la fiesta tocó a su fin con premios para casi todos, como los más simpáticos y los mejores bailarines. Al terminar, alguna pareja hasta mostraba su intención de prolongar el baile un poco más en otros escenarios de la capital alavesa.

Y es que, aunque los participantes que ayer se animaron a menearse en la plaza de La Provincia no iban ataviados con sus trajes de blusa o de neska, los veteranos que gastaron sus zapatos demostraron un año más que la fiesta, el ánimo y las ganas de disfrutar al son de la música no tienen edad en el día del blusa y la neska veterana. Una cita que tras 22 ediciones parece dispuesta a seguir por mucho tiempo ofreciendo una opción más para que todos disfruten de la música sin posibilidad de que una canción de reggaeton les agua la fiesta.

Cita tradicional. El denominado ‘meneíto veterano’ acumula ya nada menos que 22 ediciones como celebración en el día del veterano. Cada 8 de agosto la cuadrilla Nekazariak organiza esta fiesta en la plaza de La Provincia.

Bailables. Ataviados con un dorsal a sus espaldas, las parejas bailan al son de la música, que ayer como en años anteriores nacía de los instrumentos de la banda Los Tocados. Al finalizar, la cuadrilla les obsequia con premios y un almuerzo.