en ciudades como Vitoria, la introducción del coche eléctrico que prevé el Ayuntamiento para esta legislatura supone un interesante experimento, una prueba de fuego para un futuro en el que, sí o sí, habrá que reducir la emisión de gases de efecto invernadero y la dependencia de los combustibles fósiles. En ciudades como México DF, donde más de veinte millones de personas se desplazan a diario bajo una boina de intensa contaminación por las calles de una trama urbana pensada únicamente para el coche privado, la búsqueda de alternativas de transporte no es una opción, sino una necesidad perentoria.
Fruto de esa realidad ha surgido una alianza entre el grupo empresarial mexicano Copemsa, que realiza proyectos de movilidad urbana sostenible y gestiona más de 180.000 plazas de aparcamiento, principalmente en la capital del país, y el vasco Dynamik Technological Alliance. El proyecto pasa por sacar a las calles de México DF una flota de un centenar de coches de combustión interna modificados para funcionar con electricidad, que tendrían los aparcamientos de Copemsa como bases de esta red de transporte limpio.
Pedro Mari Olaeta, director general de Dynamik Technological Alliance, señala que el grupo vasco está implantando un centro técnico en Amorebieta al que traerán a ingenieros vascos emigrados a los países punteros en la innovación, todo con el fin de sacar adelante este motor diésel modificado, y también para desarrollar, validar y testar un vehículo eléctrico que se fabricará en México. “En Euskadi la ingeniería está más enfocada a la eficiencia en precio, pero nosotros queríamos dar soluciones técnicas y hemos traído talento de gente de aquí que se había marchado a Inglaterra o Alemania”, señala Olaeta.
Para 2017 esperan que los vehículos modificados circulen ya por el DF, después de que el pasado mes de noviembre Olaeta firmara con el presidente del grupo mexicano, Jorge Martínez Ramos, el acuerdo de colaboración, que no sólo pasa por el proyecto de implantación del coche eléctrico en México DF, sino que además prevé internacionalizar la actividad de Copemsa mediante su implantación en Europa. Y si en poco más de un año el grupo vasco espera tener los coches diésel modificados circulando por el Distrito Federal, un año más tarde se plantean abrir una planta al otro lado del Atlántico para comercializar sus vehículos bajo marca mexicana.
En el viejo continente las necesidades con respecto al coche eléctrico no son tan perentorias, pues “tenemos un buen transporte público”, dice Olaeta, pero en las grandes macrourbes del planeta, como Bombay, Pekín o la propia México DF, “el problema de la polución es ya insostenible, se coge el coche para todo porque no hay ni aceras, y por eso los coches eléctricos son a día de hoy soluciones, no experimentos”. Comparando la situación de este tipo de ciudades con, por ejemplo, Vitoria, “el BRT o la extensión del tranvía van a dar una solución eficiente al transporte para el tamaño que tiene la ciudad y no es tan necesario algo así, pero en México DF hay millones de personas, lo ves desde el cielo y parece que es una ciudad habitada por coches”, señala el directivo.
De hecho, si estas soluciones no se están aplicando con la rapidez esperada en las macrourbes del planeta es por los bajos precios del petróleo de los últimos años, explica Olaeta. En todo caso, ya no se trata únicamente de una cuestión meramente económica, el cambio climático es una realidad científica ya asumida por todos los estados y empieza a constituir una preocupación de primer orden para la propia sociedad civil.
el caso de vitoria Por eso hay ciudades, al margen de aquellas donde el viraje hacia la reducción de emisiones es imprescindible, que están emprendiendo su propio camino. La capital alavesa es una de ellas. Dentro del plan para regenerar el barrio de Coronación que arrancará el próximo año, el Ayuntamiento va a asumir la compra de un mínimo de 73 de estos vehículos para cumplir con la parte del proyecto relativa a la movilidad sostenible (las otras dos son la eficiencia energética y la implantación de las nuevas tecnologías).
Ese nuevo parque de vehículos eléctricos constará de furgonetas de reparto de última milla, taxis o incluso coches particulares. Además, se instalarán medio centenar de puntos de recarga, no sólo en Coronación, sino por toda la ciudad, 26 de ellos para la distribución de todo tipo de mercancías, seis para taxis y veinte para prestación de servicios al público por parte de particulares.
Además, al margen de los vehículos, en su lucha contra el cambio climático Gasteiz está desplegando toda una red de infraestructuras verdes urbanas, una malla interconectada que hará las veces de sumidero de CO2, contribuirá a reducir la temperatura de la ciudad y absorberá el agua en épocas de inundaciones. Estos parques y corredores se van implantar además bajo la filosofía que ha inspirado al Anillo Verde. Se trata de zonas que no precisan de un gran mantenimiento, como los jardines al uso, y que al estar conformados por especies autóctonas apenas precisan de agua.