Vitoria. Zazpigarren Alaba es una de las diez asociaciones de vecinos que, hace una semana, denunciaron que el gabinete Maroto ha echado un "pulso político" al movimiento vecinal. La clave está en la reducción de ciertas partidas para gastos de oficina y la falta de avances en participación ciudadana. El colectivo vuelve a la carga y lamenta que no se escuchen las sugerencias vecinales.
Entidades como Errota Zaharra, Bizigarri, Barrenkale, Gasteiz Txiki o Zabalgana Batuz cargaron a través de un comunicado contra la actitud del equipo de gobierno. Y, en concreto, contra el concejal responsable de Servicios a la Ciudadanía, el popular Alfredo Iturricha. Una decena de colectivos vecinales denunciaron que, al poner en duda los gastos de oficina de las asociaciones o al agrupar las subvenciones para fiestas de los barrios, el ejecutivo pone en tela de juicio el papel de las asociaciones. Y creen que se apuesta por "ahogar" a estas entidades, ya que "la cercanía vecinal de nuestras reivindicaciones impide la imposición y el abandono de los problemas de los barrios". En definitiva, creen que "al gobierno municipal actual le duelen las asociaciones de vecinos".
Zazpigarren Alaba se mantiene firme en esta postura. A través del informe facilitado a todos los grupos municipales, lamenta que estas medidas para agrupar las subvenciones se hayan anunciado en prensa "sin previo contraste con los grupos vecinales". Además, la entidad pide que se fomente el contacto con los vecinos en cuestiones como el nuevo Plan General, las ordenanzas fiscales o los gastos del Presupuesto, tres cuestiones en las que detectan falta de participación.
Porque Zazpigarren Alaba cree que, con los mecanismos actuales, la participación no funciona. El colectivo lamenta que, en lo que va de legislatura Maroto, "la principal tendencia en el ámbito de la participación es la de continuar con los instrumentos pseudoparticipativos de la anterior Corporación". Eso sí, con una "matización" importante: "Se nos están poniendo todo tipo de pegas para poder tomar parte en los Consejos Territoriales y Sectoriales, proponiendo un nuevo registro en estos Consejos, lo que ha supuesto la queja generalizada de bastantes de las asociaciones vecinales".
El gabinete, por ejemplo, desconvocó la presentación de su proyecto presupuestario para 2012 en estos consejos, poco antes de que optara por retirar este documento y prorrogar las Cuentas de 2011. Pero no es la primera vez que estos foros generan debate. Diversas asociaciones vecinales han defendido su utilidad tras conocerse la creación de la Cita con al alcalde -el novedoso sistema para que ciudadanos se reúnan con Javier Maroto-, pero también piden que se dé un nuevo paso y se apuesten por que sus decisiones no sólo sean escuchadas, sino que también resulten vinculantes.
Zazpigarren Alaba, mientras, pide a los grupos políticos que avancen en un nuevo modelo de participación -el objetivo del Consistorio, al parecer, es contar a lo largo de este año con un nuevo reglamento- y que abran la Casa Consistorial a la ciudadanía. En referencia a si el variado movimiento vecinal de la ciudad podría aunar esfuerzos, el representante del colectivo, Guillermo Perea, confía en que otras asociaciones no pierdan demasiado tiempo en "búsquedas de liderazgo", que se muevan en sus barrios y hagan valer el "respeto" ganado al Ayuntamiento.