El secretario general del PSE y candidato a lehendakari, Eneko Andueza, calificó estas elecciones como “determinantes” porque “Euskadi se juega tener un gobierno progresista que crea y ponga en marcha políticas sociales o un gobierno centrado en lo identitario, nos jugamos tener un gobierno para unos pocos o un gobierno para una mayoría”, abundó. 

En el acto de apertura de campaña celebrado en Bilbao junto a la vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, y los cabezas de lista por Araba y Gipuzkoa, Aroa Jilete y Denis Itxaso, respectivamente, añadió que “la sociedad vasca deberá elegir entre “la autocomplacencia y seguir en el conformismo con lo hecho o aplicar políticas transformadoras y valientes que abran un nuevo horizonte a Euskadi como las que planteamos los socialistas”.

En su intervención, Andueza advirtió de que “algunos van a querer dibujar estas elecciones como si fuera cosa de dos, y aquí todavía queda mucha tela que cortar”. “Hay aún un gran número de indecisos, de vascos y vascas que saben que van a ir a votar, pero no saben a quién. A esa gente le pediría que nos escuchara. Es el momento de la ambición, no es el momento para conformarse con lo de siempre”. A su juicio, “esto no es una batalla entre el PNV y Bildu porque la alternativa al nacionalismo no puede ser el independentismo, la alternativa es el progresismo de los socialistas”, sentenció.

Andueza puso además en valor el trabajo realizado por el PSE en los últimos años en las instituciones vascas. “Hemos dado la talla, hemos estado a la altura de la responsabilidad de responder a desafíos de una magnitud inmensa demostrando lo que somos: un partido responsable, un partido de gobierno, de compromiso, de lealtad y, sobre todo, de capacidad”, resumió.

En este sentido, el aspirante socialista a la Lehendakaritza destacó que sin la presencia del PSE en el Gobierno vasco no habrían existido las políticas progresistas y de izquierdas. “No habría habido políticas de vivienda, no tendríamos una Ley de Educación al servicio del alumnado sino una para adoctrinar, no se habría hecho una reforma integral de Lanbide poniendo en el centro a las personas usuarias, ni tendríamos una buena ley de cambio climático”, aseveró. Concluyó por ello que “somos imprescindibles porque sin nosotros no hay progreso y sin progreso no hay igualdad. Y yo quiero una Euskadi hecha entre diferentes que nos haga más iguales”.

Por su parte, Aroa Jilete constató que los socialistas van a ser decisivos para “gobernar una Euskadi en la que cabemos todos”. “El 21 de abril no van a ser ni las derivas identitarias, alejadas de los problemas reales de la gente, ni las políticas de derechas solo preocupadas por las necesidades de unos pocos las que decidan”, advirtió.

Denis Itxaso aseguró que no es momento de hacerse preguntas filosóficas en torno a la identidad de los vascos, sino que lo que toca ahora es saber de qué se sienten orgullosos. Explicó por tanto que hay que sentirse orgulloso de que la tasa de desempleo que se sitúe por debajo del 7% o de que un tercio del total de la vivienda protegida que se construye en España se haga en Euskadi, ambos logros conseguidos “gracias a consejeros socialistas”.

Cohesión social

En el mismo acto de inicio de campaña, María Jesús Montero defendió que en el PSOE “sabemos de diálogo, de convivencia, de entendimiento, de vertebración y de cohesión social porque nuestros compañeros y compañeras aquí, en el País Vasco, siempre han sido una lección de dignidad, de valentía y de compromiso”. El PSE también ha aportado que “el paso adelante en el servicio público era la mejor herencia que se le podía dejar a las generaciones futuras”, apostilló la ministra.