- Las comunidades autónomas marcaron distancia con la oferta lanzada por Pedro Sánchez de solicitar al Gobierno la declaración del estado de alarma en sus regiones, porque por el momento no lo ven necesario y apuestan por sus estrategias, pero reforzadas gracias a la coordinación con el Ejecutivo. Esta oferta es una posibilidad que ya recoge el artículo 5 de la ley orgánica que regula los estados de alarma, excepción y sitio, que señala que, “cuando los supuestos (...) afecten exclusivamente a todo o parte del ámbito territorial de una comunidad autónoma, el presidente de la misma podrá solicitar del Gobierno la declaración de estado de alarma”.

Hasta el momento tan solo Madrid ha recogido el guante de Sánchez, aunque con muchas reservas y una línea roja a evitar, el confinamiento total. Su postura no dista mucho de la manifestada por su homologo andaluz, ambos del PP. Ambos abogaron por puntos de encuentro intermedios con el Ejecutivo mediante “un proyecto común” y “con instrumentos”, porque, como dijo el presidente de la Junta, Juanma Moreno, entre el estado de alarma, “muy restrictivo con las competencias de las comunidades”, o “esta situación, en la que el Estado ha desaparecido”, hay “un término intermedio”.

Otras como la Región de Murcia o Catalunya han aprovechado para defender sus estrategias regionales de respuesta a la pandemia que no pasan por pedir ninguna intervención del Gobierno central. La consellera de Salut, Alba Vergés, rechazó en rueda de prensa declarar el estado de alarma en la región al considerar que “no es una herramienta imprescindible” y que, de momento, no lo ve “en absoluto necesario”. Poco después el president Quim Torra, sorprendido por la propuesta del Gobierno, ironizó con que “ahora parece que el virus sí que entiende de territorios”.

Por su parte, el presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, afirmó que “el Gobierno de Sánchez no puede echarse de nuevo a un lado”. También el presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, afirmó que en esta comunidad no va a haber un nuevo estado de alarma y volvió a advertir de que la economía “no se puede parar”.