Una ballena aleta de 18 metros ha aparecido muerta en la playa de Nitzanim (Israel). Fueron unos visitantes que paseaban por allí los que se encontraron el cadáver del animal postrado sobre la arena.
Según apuntan los medios locales, la ballena llevaría muerta más de dos semanas y la contaminación podría haber sido una de las causas de su fallecimiento, pero serán los investigadores y los equipos de veterinarios y científicos los que estudiarán las causas.
Por ello, ahora están analizando los niveles de alquitrán y de petróleo que hay en el cadáver de la ballena.
Hay que recordar que esta especie de ballena, de unos 18 metros de longitud y 25 toneladas de peso, es el segundo más grande del mundo, solo por detrás de la ballena azul.