Firmamos contratos bancarios sin comprenderlos del todo

Así, esta asociación ha podido comprobar cómo han evolucionado las percepciones de los consumidores sobre su propia educación financiera entre 2013 y 2021. Y las conclusiones no son optimistas, ya que, por ejemplo, el porcentaje de los que firman los contratos bancarios con dudas ha subido del en su momento esperanzador 49% de 2016, ya que venía de un 73% detectado en 2013, al 81% ya mencionado. A ello se une el 40% de clientes y usuarios de bancos que no entienden las comunicaciones que las instituciones financieras les hacen llegar. Por ello es muy comprensible que el 98,66% de los 1.200 encuestados reconozca que es muy importante o importante la educación financiera. De hecho, un 48% reconoce una competencia financiera baja o muy baja.

Formación

Según la misma encuesta, esta formación escasa se basa principalmente en la propia experiencia del ciudadano en su contacto con los bancos, cajas y seguros, ya que un 42% reconoce que ha ido aprendiendo sobre la marcha, a medida que la necesidad le ha empujado a ello.

A pesar de que desde hace 13 años que el Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) y el Banco de España llevan a cabo un plan de Formación Financiera, el 66% de los españoles lo considera “insuficiente e ineficaz”. De hecho, también incluyen los consumidores en sus críticas los servicios de reclamaciones y un 62% los considera ineficaces. A ello se une que el 55% de los consultados considera que no deben ser ni la banca ni el sector financiero, quizá por aquello de que son parte interesada y por lo que no sorprende que el 98% afirma que debería vigilarse muy de cerca toda la publicidad bancaria.

Crítica

Desde Adicae explican que el Plan de Formación Financiera basa su enfoque en tratar al consumidor y al ciudadano en general como un cliente “acrítico despojado de derechos, una simple firma en un contrato financiero cuyas consecuencias desconoce”. En su nota, esta organización considera que este plan solo ha servido para lavar la imagen de del sector y evitan mencionar los derechos de consumo, las reclamaciones y la mala praxis bancaria. De la encuesta concluyen que la educación financiera institucional no permite superar los problemas detectados.

Como en otros campos de la vida, las familias aprenden con la experiencia o bien acuden a internet para informarse, lo que demuestra que las comunicaciones emitidas por las entidades financieras a sus clientes o al público general no son lo suficientemente claras y comprensibles.

Consejos

Al hilo de este Día de la Educación Financiera, diversos expertos han elaborado un decálogo de puntos que deben ser tenidos en cuenta para mejorar la gestión de las finanzas privadas.

1. Ahorro. No gastar más de lo que se ingresa a la vez que se separa una cantidad fija, no hace falta que sea alta, para imprevistos.
2. Endeudamiento. Intentar evitarlo, pero si no es posible ser muy consciente de que hay que eliminarlo cuanto antes y que puede acarrear intereses.
3. Presupuesto. Hacer una prevision de gastos fijos y sus plazos para evitar olvidos que se conviertan en deudas.
4. Ingresos. Ver más allá de la nomina y valorar si se cuenta con recursos que puedan ofrecer algún tipo de rendimiento.
5. Inversión. Los parámetros de riesgo, tiempo y costes que estamos dispuestos a emplear a la hora de sacar rendimiento a nuestro dinero.
6. Rentabilidad. Que el dinero o los bienes trabajen para obtener ingresos extra.
7. Visión a largo plazo. Tener paciencia en los planes y tratar de vencer el cortoplacismo, que es un riesgo demasiado alto.
8. Consumismo. Cabeza fría a la hora de gastar y planificar los picos de compras.
9. Formación. Comprender y manejar los conceptos económicos, tanto los mayores como los niños. De eso va el día de la Educación Financiera.
10. Asesoramiento. Buscar profesionales que aconsejen y expliquen.