El primer ministro de Polonia, Donald Tusk, ha superado este miércoles la cuestión de confianza convocada para reafirmar su legitimidad al frente del Gobierno tras el batacazo de su partido, Plataforma Cívica, en las elecciones presidenciales, en las que Karol Nawrocki, candidato apoyado por Ley y Justicia (PiS), se hizo con la victoria.
La votación se ha resuelto con 243 votos a favor, 210 en contra y ninguna abstención, según ha informado el propio Parlamento, que ha confirmado la "confianza" al primer ministro. Justo antes de la votación, el mandatario había abogado por "no rendirse" en un mensaje difundido a través de su cuenta en la red social X.
Cuestión de confianza
Este mismo miércoles, Tusk ha anunciado que su intención es reformar la composición del gabinete de cara a al mes de julio, un plan con el que busca renovar la imagen del Gobierno y que, tal y como ha explicado, se centrará más en cuestiones estructurales que en "nombres concretos".
Tusk ha impuesto así una narrativa desafiante después de que su aliado, Rafal Trzaskowski, perdiera los comicios, un resultado que ha hecho caer su popularidad y ha provocado un aumento de la tensión en el seno de la coalición de Gobierno.
Asimismo, ha prometido que su Gobierno acabará con la impunidad y hará que los políticos rindan cuentas por sus actos, en un intento por alejar al país de las fricciones con la Unión Europea del anterior Ejecutivo --una cuestión que llevó a la congelación de miles de millones de euros en ayudas--.