Hoy en día, el tema de la vivienda es uno de los que más preocupación y polémica genera, especialmente entre los más jóvenes. Debido a factores como el elevado precio del alquiler, los desorbitados costes para comprar una vivienda o la escasa demanda, muchas personas no tienen la oportunidad de tener un techo en propiedad. Y más, si cabe, si se encuentra en condiciones deplorables.
En el caso de ciudades como Barcelona, encontrar un piso de alquiler a un precio medianamente asequible es prácticamente misión imposible. No obstante, lo que realmente sorprende es el estado de muchas de las viviendas que se anuncian en los portales inmobiliarios a precios prohibitivos.
“Acogedora mazmorra”
En estos últimos días se ha hecho viral el anuncio de una planta baja de la calle Comte Borrell de Barcelona. A juzgar por las imágenes publicadas en el portal Idealista, más que una propiedad, recuerda a una “acogedora mazmorra”, según los usuarios.
Aunque, en realidad, más que un piso, se trata de un local comercial reconvertido a vivienda. Por ese motivo, la inmobiliaria que lo alquila avisa que no tiene cédula de habitabilidad. Sin embargo, esto no es lo peor de todo sobre este anuncio, que resulta todo un despropósito.
A pesar de que es una planta baja sin ascensor, el supuesto piso es una “opción irresistible”, además de ser “encantador” y “acogedor”. En sus más de 55 metros cuadrados, y en una “distribución funcional”, posee una cocina abierta al comedor, un cuarto de baño y dos habitaciones.
Una "agradable sorpresa”
Por si fuera poco, una de las habitaciones de la vivienda se encuentra en un superior, al cual se accede por una escalera. Eso sí, este espacio no aparece en las imágenes disponibles para no asustar a los candidatos, pero el anuncio asegura que eso le “confiere un toque especial y único”.
Al ser una planta baja, las ventanas brillan por su ausencia. Lejos de aportarle luminosidad al inmueble con paredes blancas y luz artificial, la propiedad mantiene todo el rebozado de ladrillo a la vista, dándole un particular toque a calabozo.
En las redes sociales, concretamente en X (antes Twitter), un tuitero conocido como @paurodra ha publicado la información del anuncio bajo este mensaje: “Se alquila acogedora mazmorra en Londres con Comte Borrell, en Barcelona, por solo 1.300 euros al mes. Grilletes no incluidos”.
Reacciones al anuncio
La publicación, que ya acumula más de 131.000 visualizaciones y cientos de ‘likes’ o ‘me gusta’, además de casi 200 retweets, ha recibido decenas de comentarios al respecto. Estos son algunos de los más destacados de los que se pueden leer:
“1300 euros (213.000 yenes) es más de lo que pago yo en Japón por la hipoteca de mi casa de tres plantas con jardín, parking, dos terrazas... “, dice el internauta @javilm.
“Esto es una vergüenza, hay que denunciar a esta gentuza que saca beneficio de un cuchitril así”, asegura @SARA52911253.
“¡Una de las cosas que podría hacer la cambra de la Propietat, por ejemplo, al consignar una fianza es comprobar las cédulas de habitabilidad cruzando datos con la Gene! Veriais las risas! “, asegura @Isa_Apelsin.
“Nada que unas plantitas de plástico no solucionen”, dice con ironía @Erta2017.
Un problema en auge
Los últimos estudios corroboran que el encarecimiento de los alquileres está poniendo a prueba la economía de muchos hogares. Este factor, unido al encarecimiento energético y la subida de precios de los alimentos, está apretando cada vez más.
La Fundación de Cajas de Ahorros (Funcas) ha publicado un reciente estudio, firmado por Desiderio Romero-Jordán -profesor de Economía Pública en la Universidad Rey Juan Carlos- en el que hace balance del creciente esfuerzo que afrontan quienes viven en régimen de alquiler.
Según las investigaciones, el gasto medio de los hogares en el Estado ha aumentado entre 2015 y 2022 un 27,7%, al pasar de una cuota media mensual de 404 euros en 2015 a 516 en el año 2022, un “incremento superior al de la renta media de los hogares”.
Al mismo tiempo, los hogares con un único arrendatario “se enfrentan a un mayor riesgo de exclusión social”, que en términos porcentuales alcanza a, según datos de 2023 de Caixabank, al 44,8% de esos hogares.