madrid - Un equipo del programa de La 2 En Portada regresa a Bosnia 20 años después del conflicto más cruento desde la II Guerra Mundial para visitar Mostar, una de las ciudades más castigadas. Antes de la guerra era una bucólica localidad dividida en dos por el río Neretva. Dos orillas conectadas por su famoso puente, el Stari Most o Puente Viejo, que da nombre a esta ciudad. Construido en 1566 durante la dominación turca y símbolo de la convivencia, fue destruido a cañonazos por la artillería croata en 1993. Fue reconstruido gracias a la ayuda internacional en 2004, pero no ha conseguido volver a unir las dos partes de Mostar: los bosnios musulmanes y los croatas católicos siguen vidas separadas en la misma localidad. Cada comunidad tiene su plan de estudios, su compañía de teléfonos, luz o electricidad. Bosnios y croatas no coinciden en los mismos hospitales, los niños están separados en los colegios y cada uno habla en su idioma, aunque se entienden perfectamente porque en realidad es el mismo. Veinte años después de que acabara la guerra, el país continúa rigiéndose por los acuerdos de Dayton con los que se consiguió parar los combates y la máxima autoridad sigue siendo el Alto Representante elegido por Naciones Unidas. La guerra concluyó pero, como un fantasma, sigue presente en cada rincón de Mostar. - DNA