Cuando las altas temperaturas nos acompañan, resulta primordial adaptar nuestro cuerpo a ellas, sobre todo a la hora de la cena, apostando por preparaciones que proporcionan los nutrientes esenciales sin sobrecargar el sistema digestivo. Las cenas veraniegas deben ser una mezcla perfecta de frescura y ligereza, permitiendo que el cuerpo se recupere y se mantenga hidratado durante la noche.

Lo que se debe evitar a la hora de la cena

Alimentos fritos y grasos. Requieren más tiempo para ser procesados por el sistema digestivo, lo que puede generar sensación de pesadez, hinchazón y malestar. Además, contienen grasas saturadas, que tienden a ser inflamatorias, lo que no ayuda a mantener el cuerpo equilibrado cuando hace mucho calor.

Comidas muy picantes y/o condimentadas. Los alimentos con mucho picante pueden elevar la temperatura interna del cuerpo, haciendo que sudemos más y causando una sensación de incomodidad. Además, pueden irritar el sistema digestivo, provocando acidez estomacal o malestar gastrointestinal.

El alcohol en exceso, porque deshidrata el cuerpo, lo que es especialmente perjudicial en verano.

Buenas opciones

Entre los platos más aconsejados por los nutricionistas destacan los siguientes:

Gazpacho con mini brocheta de verduras. Freepik

Gazpacho o ensalada de pepino y tomate

El pepino es uno de los alimentos más refrescantes e hidratantes para el verano gracias a su alto contenido de agua, que ronda el 95%. Además, es rico en fibra soluble, lo que favorece una digestión adecuada y ayuda a reducir la retención de líquidos y la sensación de hinchazón.

Cuando se combina con tomates, ricos en licopeno y antioxidantes, se obtiene un plato cargado de beneficios para la piel y el sistema cardiovascular, ya sea ese en forma de ensalada o como sopa fría.

Crema de verduras. Freepik

Crema de verduras, solas o con cereal cocido

Cualquier crema de verduras y hortalizas nos servirá. Además, podemos añadirle unos picatostes o frutos secos crujientes por encima y media tacita de mijo, espelta u otro cereal que tengamos ya cocido.

Si no, se puede poner un buen puñado de copos de avena en la crema mientras está caliente, y espolvorear con levadura de cerveza.

Rollitos de lechuga, una opción muy versátil. F.P.

Rollos de lechuga romana

Con las hojas de la lechuga romana podemos hacer rollitos frescos y aprovechar lo que tengamos por la nevera para rellenarlos: un poco de arroz integral cocido, pimientos, cebolla, brócoli, kale, brotes y germinados, encurtidos, zanahoria rallada, etc. En un momento tendrás la cena lista.

Tartar de aguacate y salmón. Freepik

Tartar de aguacate y salmón

Además de ligero, aporta grasas saludables y proteínas de alta calidad y tiene propiedades antiinflamatorias que ayudan a equilibrar el cuerpo.

Se trata de una receta sencilla, pero necesita su tiempo de preparación. Con el salmón, ligeramente congelado, cortarlo en tacos con un cuchillo muy afilado. Después se sazona con vinagre, aceite de oliva virgen extra, zumo de limón y salsa de soja, y se deja macerar en la nevera durante 30 minutos.

Mientras tanto, se prepara la cebolleta y el aguacate, picándolos muy finos.

A partir de esas dos elaboraciones, se prepara el plato montando una capa sobre otra.

Brochetas de pollo. F.P.

Brochetas de pollo con jengibre y verduras

Este plato es delicioso y perfecto para irse a la cama bien alimentado, pero sin excesos. Se puede combinar con diferentes verduras: cebolla, calabacín, pimientos... Y seguro que gusta tanto a niños como a mayores.

A la hora de cocinarlo, se puede hacer en la sartén, pero si es a la parrilla, mucho mejor.

Y por si esto no fuese suficiente, tiene estupendas cualidades digestivas y antiinflamatorias.