Los datos históricos de las capturas de angula en el Estado han llevado a los científicos a alertar de que la anguila está al borde de su desaparición y aconsejan no solo vedar su pesca sino prohibir temporalmente el comercio de productos de esta especie.

Un estudio liderado por la Estación Biológica de Doñana (EBD-CSIC) ha constatado este riesgo que atribuyen a la propia escasez de la especie y el deseo humano de consumir productos exclusivos, que hace que pueda pescarse y ser comercializada hasta su extinción definitiva.

Los investigadores partieron del hecho de que en ocasiones la escasez sobrevenida de una especie conlleva un aumento de su valor en el mercado lo que puede generar una espiral de extinción ligada al mismo y que favorece el aprovechamiento comercial hasta el último individuo de una especie, ha informado la EBD-CSIC en una nota.

"Estos procesos se han descrito en diversos organismos, como rinocerontes, pangolines o tiburones y ahora, según hemos demostrado, también en la anguila", ha apuntado Miguel Clavero, investigador de la EBD-CSIC y autor principal del estudio.

El equipo científico se ha centrado en la explotación de la angula, la forma que toma la anguila cuando las larvas provenientes del Mar de los Sargazos se acercan a la costa y penetran en ríos y humedales.

Las angulas se capturan en toda el área de distribución de la anguila europea fundamentalmente para abastecer a la acuicultura y surtir acciones de repoblación; sin embargo, en el Estado es importante el consumo directo, una cultura culinaria que tiene su cuna en Euskadi y que se ha extendido por otros lugares.

Hasta finales de la década de los setenta, la angula era un producto abundante y un plato popular, pero el colapso posterior, con una reducción de en torno al 95 % en el reclutamiento (la llegada de angulas), la convirtió en un producto de lujo.

Menos capturas y un precio cada vez más alto

Para el estudio, los científicos han contado con los datos de capturas comerciales de angula reportados en el Estado desde 1950, agrupados en nueve series temporales, que muestran un incremento inicial, hasta alcanzar un marcado pico en torno a 1980, seguido de un acentuado derrumbe que llega hasta la actualidad, sin mostrar signos de desaceleración o recuperación.

Además, han revisado la prensa contemporánea e histórica para recopilar los precios a los que se ha pagado la anguila en los 100 años comprendidos entre 1925 y 2024, comprobando que el precio de la angula ha tenido un crecimiento exponencial en el último siglo: de costar el equivalente a menos de 5 euros el kilogramo en 1925, ha pasado a rondar los 1.000 euros en la actualidad.

"Es el escenario esperable cuando se produce una espiral de extinción ligada al mercado, ya que la gente está dispuesta a pagar más por artículos más exclusivos, por consumir cosas que no están al alcance de la mayoría", ha explicado Clavero.

Una de las características de la espiral de extinción ligada al mercado que se describe en el trabajo es que el coste de explotación, apenas se incrementa a pesar de la mengua en el número de individuos que llegan cada año a las costas: "Con los precios actuales, casi cualquier captura de angula cubre los gastos de los pescadores y rápidamente se obtienen ganancias", ha apuntado Estíbaliz Díaz, investigadora del Centro de Investigación Marina y Alimentaria (AZTI).

La también representante española en el grupo de trabajo de anguila del Consejo Internacional para la Explotación del Mar (ICES) ha señalado que este organismo ha aconsejado repetidamente el cese completo de las pesquerías de anguila, en cualquier hábitat, en cualquier momento de su ciclo de vida y para cualquier fin, pero "el consejo no se ha traducido en una reducción clara de la mortalidad pesquera".

Para Clavero, la veda total de la pesca de anguila, incluyendo angulas, es una medida necesaria, pero insuficiente: "Debe complementarse con una prohibición temporal del comercio de productos de anguila, incluyendo a todas las especies del género Anguilla".

Clavero cree probable que otros componentes del comercio de angula, incluyendo la acuicultura, las repoblaciones y los movimientos internacionales, estén influyendo en la espiral de extinción descrita en el Estado español.