¿Los gases de efecto invernadero son los que están calentando el planeta? “Hay muchos factores que influyen en el clima, y que no están siendo estudiados”. Así lo asegura la delegada de Aemet en Euskadi, Margarita Martín, que insiste en la importancia de poner el foco en el océano, concretamente en su acidificación. Y es que la experta asegura que el secreto sobre el calentamiento global está en el mar, no en el aire, que es a donde se dirigen todos los titulares.
¿Por qué? Porque tres cuartas partes del planeta son agua. Es ahí donde está el secreto. Y aún a día de hoy “no se conocen las corrientes en profundidad, la evolución de las corrientes a lo largo de los siglos… la investigación no está en el aire, está en el mar”.
Lavado de piedras raras
Y pone un ejemplo de uno de los factores que afectan en el océano, cuyo punto más profundo es de 14 km, a diferencia de los 8 km de la superficie de la Tierra: el lavado de piedras raras para producir paneles solares.
“Los metales hay que lavarlos y depurarlos y eso acidifica el Pacífico, que es un tercio de la superficie del planeta. El verdadero regulador del clima del planeta es el Pacífico. Y la desaparición del plancton afecta mucho, porque es el que reduce el CO2 en la Tierra”.
Por eso, la consecuencia es grave, según apunta la meteoróloga: “Si no hay carbonización no se produce. Se queda el CO2 en la atmósfera”.
Hay, subraya Martín, muchos factores “que influyen en el clima y no están estudiados”, insiste. Es por eso que defiende en que la principal investigación ha se der oceanográfica. “Y ahora con el episodio del niño el Pacífico está recalentado. No es de origen meteorológico, es un fenómeno ondulatorio”.
Producción industrial
Una onda que parte de Asia hacia América. Es un fenómeno que tarda entre 7 y 11 años. Es por lo que decimos que aparece El Niño, La Niña, o neutro. No se conocen las causas. “Lo que sí sabemos con seguridad es que el plancton se ha reducido mucho por la acidificación, y eso es producto del sistema de producción industrial”.
Algo que vincula a las nuevas tecnologías. “A mí juicio es tan grave como la introducción del CO2 en la atmósfera”, zanja.