En los últimos meses han aumentado notablemente las intoxicaciones por mezclar productos de limpieza en los hogares con el objetivo lícito de librarnos de cualquier atisbo del coronavirus en nuestro propio hogar. Si bien hay que hacerlo con cuidado y evitando esas mezclas peligrosas.
"La más peligrosa, sin duda es la de lejía y amoniaco, ya que al mezclarlas se crea la cloramina, una sustancia que crea asfixia, y es tóxica y corrosiva. El problema que cuando esto se une, huele a limpio, como a piscina, y nos da la sensación a la inversa. Pero hay que prestarle atención porque si huele muy fuerte a piscina es que se están formando cloraminas, y es sinónimo de peligro. Nada más mezclarlos se pone efervescente y no tiene poder desinfectante", advierte la química Deborah García Bello.
La también divulgadora científica, que acaba de publicar 'No tocar' (Paidós), un manual donde resuelve dudas y ofrece consejos con rigor científico sobre esta pandemia de COVID-19, recuerda en una entrevista con Infosalus que la lejía, si se emplea bien, no tiene por qué ser peligrosa y, representa una buena herramienta para desinfectar la casa estos días. De hecho, remarca que la lejía es la misma sustancia que se emplea para potabilizar el agua a nivel medioambiental.
En segundo lugar, la también investigadora del Centro de Investigaciones Científicas Avanzadas de la Universidad de A Coruña resalta que no se pueden mezclar la lejía con el vinagre, puesto que se pueden formar también gases tóxicos y perjudiciales para la salud. Además, avisa de que la lejía y el vinagre se neutralizan entre sí y pierden ambos su poder limpiador.
Igualmente, se encontraría la mezcla de lejía con alcohol, una combinación que pueden generar también gases tóxicos y que es perjudicial para la piel, los ojos, los riñones y el hígado.
No al agua oxigenada y al vinagre juntos
Otra de las mezclas más peligrosas que se pueden hacer entre productos de limpieza, según apunta, es la de peróxido de hidrógeno con ácido acético, es decir, de agua oxigenada con vinagre, u oxígeno activo con vinagre. "Estas sustancias reaccionan químicamente produciendo ácido peracético, también conocido como ácido peroxiacético, un compuesto orgánico incoloro con un olor ocre característico que recuerda al vinagre. Puede ser altamente corrosivo e irritante. Es un fuerte agente oxidante", remarca.
De hecho, avisa de que la exposición al ácido peracético puede causar irritación en la piel, en los ojos, y en el sistema respiratorio, y una exposición severa o a largo plazo puede causar daño permanente en los pulmones. "Hay constancia de casos de asma ocupacional causados por inhalación de peracético", puntualiza.
Además, García Bello advierte de otras mezclas que, aunque no sean peligrosas, sí anulan sus propiedades de desinfección si se juntan, como sería el caso de la combinación entre ácidos y bases, dos clases de sustancias que se neutralizan entre sí, como por ejemplo al mezclar lejía (base) con vinagre (ácido), obteniendo una sal disuelta en el agua, sin capacidad de limpiar, ni de desinfectar.
"Lo mismo ocurriría con el amoniaco, que también es una base. Así que, en lugar de sumar propiedades, lo que hacemos al mezclar productos de limpieza es anularlos entre sí. O algo peor, provocar una reacción química peligrosa", apostilla.
Cualquier producto de limpieza puede servir
Además, en el manual recién publicado, la divulgadora científica explica que para limpiar superficies en el entorno doméstico se puede utilizar cualquier producto de limpieza, ya que todos contienen cierto porcentaje de tensioactivos, además de lejía, alcoholes y oxidantes.
"No hace falta utilizar lejía de alta concentración. El lavavajillas, el friegasuelos o los productos de limpieza que requieren aclarado son eficaces. Todos aquellos en cuya etiqueta ponga que contienen tensioactivos serán efectivos contra el coronavirus, porque son capaces de solubilizarlo", remarca, al tiempo que subraya que, afortunadamente, "eso incluye a la práctica totalidad de los productos de limpieza".
Según insiste la química, las mezclas de productos de limpieza son "peligrosas", además de que pueden causar graves accidentes. Por eso, reitera que, lo mejor para desinfectar las superficies contra el coronavirus, es usar un único producto y siempre siguiendo las instrucciones del fabricante; sin mezclarlo con ninguno otro.
De hecho, García Bello recuerda que en verano de 2018, una mujer madrileña de treinta años falleció tras inhalar los gases producidos por mezclar productos de limpieza. "La hipótesis que se mantiene es que mezcló lejía con amoniaco, produciendo una peligrosa reacción química en la que se forman unas sustancias tóxicas en gran concentración llamadas 'cloraminas'", sostiene, recordando que el clásico olor a piscina se debe a las cloraminas.
Consejos para desinfectar los hogares
Desde el Ministerio de Sanidad aportan las siguientes medidas higiénicas contra el COVID-19 en el hogar:
1.Ventilar 5 minutos al día como mínimo la casa.
2. Realizar una limpieza diaria, utilice agua y jabón para las superficies de contacto frecuente. Ésta elimina gérmenes, suciedad e impurezas. Es importante que haya una buena limpieza antes de proceder, en su caso, a una desinfección.
3. Realice la limpieza de las zonas menos sucias a las zonas más sucias, y de las zonas más altas de las habitaciones a las zonas más bajas.
4. Las zonas de especial interés en la casa son el baño y la cocina. Las superficies donde se debe prestar más atención son las que se tocan con frecuencia: pomos y manecillas de puertas, armarios, ventanas, cajones; barandillas, pasamanos, interruptores, botones, teléfono, telefonillo, mandos a distancia, superficies que se tocan de electrodomésticos, de mesas, sillas y otros muebles, grifos de agua, utensilios de cocina, entre otros.
5. Tras la limpieza, desinfecte las superficies, principalmente las de contacto frecuente y el baño. Para este paso se recomienda usar lejía, también puede usar productos desinfectantes con actividad virucida que se encuentran en el mercado (ver lista de productos virucidas publicada por el Ministerio de Sanidad. No mezcle productos, puede ser perjudicial para su salud.
6. Si utiliza lejía como desinfectante, debe diluirla como sigue: mezcle 20 ml de lejía con 980 ml de agua (obteniendo un litro), o su equivalente, por ejemplo: 10 ml de lejía con 490 ml de agua (obteniendo 500ml). Debe utilizarse en el mismo día de la preparación. Si utiliza un desinfectante comercial respete las indicaciones de la etiqueta. Gacía Bello señala, sin embargo, eleva la cantidad de lejía necesaria a 30, tal y como dicta la OMS y los CDC, porque 20 ml de disolución de lejía "no alcanza el mínimo de efectividad contra el coronavirus".
7. Utilice guantes y ropa destinada a limpieza. Utilice un paño distinto para desinfectar. Al terminar lave bien los materiales usados y déjelos secar bien. Lávese bien las manos con agua y jabón al terminar.
8. Lavado de ropa: En general se recomienda no sacudir la ropa, utilice el programa adecuado al tejido. Si la ropa está muy sucia, de preferencia con agua caliente cuando sea posible.
9. Desinfecte o lave los estropajos de la cocina frecuentemente, ya que pueden acumular gérmenes. Sumergirlo en agua con unas gotas de lejía durante 10 minutos, aclararlos y dejarlos secar bien, ha demostrado ser eficaz para mantenerlos limpios.