COMO cada 9 de mayo desde hace 374 años los vecinos alaveses del valle de Arrastaria acudieron ayer en peregrinación al santuario de La Antigua de Orduña, ciudad que estos días celebra sus tradicionales fiestas de Otxomaio, para cumplir con el voto que en su día hicieron a la que desde tiempos remotos tienen por patrona. Acompañados de estandartes, cruces y banderas, y a ritmo de un txistu que interpretaba la marcha del compositor Rafael Madaria, las autoridades de Aloria, Artomaña, Delika y Tertanga -aldeas circunscritas al municipio de Amurrio- encabezaron la procesión que, alrededor de las 11.30 horas y desde la ermita del Buen Suceso, desembocaría en el templo orduñés por excelencia.

Y es que la incesante lluvia que acompañó toda la jornada matinal no pudo con una tradición de siglos, de modo que en el interior del santuario no volvió a quedar ni un hueco libre en la eucaristía que tuvo lugar a las doce del mediodía. Algo que subrayó el párroco durante la misa, recordando que "nuestros ancestros llegaron a subir hasta con nieve", dijo. No en vano, nadie recuerda que la mala climatología haya sido nunca, nunca impedimento para cumplir con este ritual que data del año 1639, y ayer tampoco lo fue.

En base al protocolo, el alcalde pedáneo de Delika, José Luis Bilbao, se encargó de encender un cirio, leer el ancestral discurso de fidelidad a la amatxu vizcaína y hacer entrega de una simbólica aportación económica para el mantenimiento del templo, en nombre de todos los vecinos del valle, que con tanta devoción acuden a este encuentro. Un honor que rota anualmente entre los cuatro alcaldes pedáneos de las localidades de Arrastaria, llamados comunmente arrastradores.

Baile ancestral A la salida, todos los presentes pudieron disfrutar -paraguas en mano, eso sí- de las tradicionales Entradillas. Se trata de una especie de saludo de honor a la amatxu de la Antigua que consta de una danza muy simple y breve, típica y exclusiva del valle de Arrastaria, consistente en una primera parte de contradanza y una segunda más movidita de arin-arin, cuyo movimiento musical fue compuesto por el maestro Guridi tras recogerlo de las tradiciones populares.

Esta ancestral danza fue bailada por una veintena de jóvenes representantes de las cuatro aldeas, delante de las autoridades allí presentes. Entre éstas se encontraba también toda la Corporación municipal de Amurrio, encabezada por su alcaldesa, Josune Irabien, y varios representantes de la Diputación Foral de Álava. Tras el baile y, como marca la tradición, las autoridades arrojaron monedas que los dantzaris txikis de las cuatro aldeas se apresuraron en recoger, mientras los más mayores recibían de sus alcaldes los trofeos que demostrarán en el futuro su presencia en el evento. Para finalizar, los txistularis acompañaron a la comitiva hasta la posada de San Francisco desde cuyo balcón, ante gente, cruces y banderas, se pronunciaron discursos sobre la fiesta que tuvo como broche de oro una comida de hermandad entre todos los que quisieron participar.

Saratxo, el domingo Por su parte, los vecinos de la también localidad amurrioarra de Saratxo honrarán a La Antigua el domingo 12, como vienen haciendo también desde el siglo XVIII. A las 11.30 horas está previsto el recibimiento de autoridades delante del Ayuntamiento de Orduña desde donde, acompañados de txistularis y dantzaris, se dirigirán al santuario de La Antigua a celebrar una misa a las 12.00 horas. En el encuentro se procederá al intercambio del bastón de mando entre ambas localidades. Tras el citado oficio religioso habrá animación musical de trikitixas y a las 15.00 horas una comida de hermandad para poner el broche de oro a la jornada. Y es que es ésta una de las fiestas más entrañables de la comarca y que más señas de tradición.

sigue la fiesta en orduña Las fiestas de Orduña, que dieron inicio el viernes 3, finalizarán ese mismo domingo. La jornada de hoy viernes está dedicada a las personas veteranas, y tendrá lugar la cena de cuadrillas y una verbena de la mano del grupo Trikizio. Mañana sábado, la Foru Plaza acogerá desde una concentración hípica y otra de vehículos clásicos, hasta el torneo de aizkolaris Urrezko aizkora, así como conciertos con los grupos Gobeo Bay, Cherry Boppers, Akatz y Green Valley, y una romería con Ramping y Dark On 5.

El Otxomaio culminará a las 22.30 horas del domingo con la tradicional quema de pañuelos y de la mascota festiva, Bihotza, en una jornada que tendrá lugar el no menos tradicional concurso de bacalao al pil-pil, la obra de teatro de calle Vive soñando de Trapu Zaharra, y una romería con Arizgoiti.