Vitoria. La centralización de las consultas médicas del fin de semana en varios ambulatorios de referencia se ha convertido en uno de los caballos de batalla más importantes para el Departamento de Sanidad. El equipo del consejero Rafael Bengoa y los máximos responsables de Osakidetza sopesan desde hace varias semanas las mejores alternativas para cada comarca sanitaria, porque no hay que olvidar que el plan se pondrá en marcha en las tres provincias de la CAV. Esta profunda reflexión, con todo, comienza a dar resultados. Según confirmaron ayer fuentes de la dirección general del ente público, la esperada configuración final de este mapa asistencial se hará pública "a lo largo de mayo".
Su activación, como ya adelantó DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA el mes pasado, acarreará el cierre de los centros de salud de menor actividad durante estas sensibles jornadas, la gran mayoría en definitiva, mediante un proceso "paulatino", apuntan las mismas fuentes. Si todo transcurre según lo previsto, la concentración de las consultas podrá iniciarse antes del verano.
A día de hoy, todos los ambulatorios de Vitoria salvo Aranbizkarra II abren sus puertas los sábados por la mañana, mientras que la asistencia se concentra en el Punto de Atención Continuada (PAC) de la avenida de Santiago por las tardes y durante las 24 horas del domingo. La necesidad de optimizar los recursos humanos y materiales en un contexto de baja actividad se encuentra detrás de la medida impulsada por Sanidad, una iniciativa madurada durante la anterior legislatura pero que quedó en stand by tras el cambio de Gobierno. También, la exclusión de los sábados del calendario laboral de atención primaria, pactada con los sindicatos (Satse, SME y CCOO) durante la última negociación colectiva, y que ahoraz se traduce en un gravoso coste para las arcas públicas.
El mutismo sobre las soluciones concretas que maneja el Servicio Vasco de Salud sigue siendo total, lo que ha sembrado de inquietud a los representantes sindicales alaveses. Pese a todo, una de las opciones que cuenta con más posibilidades de salir adelante es, en esencia, la misma que se planteó durante el mandato de Gabriel Inclán. Centralizar la atención del fin de semana en los ambulatorios de San Martín y Olaguíbel, dos centros ubicados en puntos estratégicos de Gasteiz y que reúnen una amplia cartera de servicios.
Desde Osakidetza avanzan que la reorganización asistencial del fin de semana supondrá "la supresión de la atención ambulatoria como ahora se conoce", lo que en la práctica dotará a los equipamientos que abran sus puertas de una dimensión similar al PAC. Lógicamente no en tamaño, sino en cartera de servicios y perfil profesional de sus trabajadores. El papel que jugará en este nuevo mapa el centro de la avenida de Santiago constituye una incógnita, aunque cabe recordar que en la recta final de la anterior legislatura se planteó la posibilidad de cerrar el PAC durante el fin de semana y trasladarlo, precisamente, al ambulatorio de Olaguíbel. "La asistencia en Vitoria va a mejorar sustancialmente", insisten las mismas fuentes.
La configuración de este mapa, en cualquier caso, será "dinámica", porque la ciudad contará en el plazo de dos años con tres nuevos centros de salud, en Arriaga, Salburua y Zabalgana, que por sus dimensiones y características podrían jugar un destacado papel futuro en la asistencia del fin de semana.
El consejero de Sanidad, Rafael Bengoa, defendió el miércoles en conversación con este periódico la concentración de consultas del fin de semana, una decisión "natural" que, a su juicio, "beneficiará a todos los pacientes". Según argumentó el titular sanitario, "los ciudadanos verán que donde concentremos los recursos humanos habrá más medios para atenderles bien, aunque tengan que moverse algo más".
críticas ELA, el sindicato mayoritario en el sector sanitario, volvió a censurar ayer la política "oscurantista y opaca" de Sanidad en torno a este asunto, y solicitó la apertura de una vía negociadora para perfilar el plan, que por otra parte tampoco es de su agrado. En las últimas semanas, las peticiones de información sobre los detalles del proyecto han sido constantes desde la central.
"No estamos a favor de recortar servicios a la ciudadanía y tampoco de alternativas unilaterales", criticó Mertxe Larrimbe, delegada de ELA en el territorio. El sindicato teme que, al contrario de lo deseado por los responsables sanitarios, la solución que se plantee "saldrá cara", por lo que se compromete a estar "vigilante ante cualquier desembolso del erario público que no esté debidamente justificado".