El acelerado ritmo de vida de nuestro día a día nos priva a menudo de la buena costumbre de comer acompañados. Lo más probable es que cada miembro de la familia lleve un horario diferente y el mediodía les pille a todos, o a algunos de ellos, lejos de casa.

Ante esta situación, se presenta la opción de comer a diario solos o acompañados y en buena medida hacerlo de una forma u otra dependerá del entorno, de las prisas o incluso de lo sociable que sea cada uno.

De esta forma, la posibilidad de comer juntos se suele ver reducida a la cena y a los fines de semana, aunque en algunos casos la tecnología en forma de televisión, tablet o teléfono móvil puede dificultar cualquier tipo de comunicación entre los miembros de la familia.

Si comes en el trabajo, procura cambiar de ambiente cuando vayas a hacerlo; abandonar tu puesto por unos minutos te hará ser más operativo y productivo. Distráete y evita durante ese tiempo seguir hablando de asuntos laborales.

Una mujer mira el móvil mientras come sola. Freepik

Ventajas de comer en compañía

Tanto comer solos como acompañados tiene sus ventajas e inconvenientes, aunque parece que los beneficios de comer con otras personas superan a los de hacerlo en solitario. Eso sí, existe un peligro, ya que al pasar más tiempo sentados a la mesa corremos el peligro de comer más. Algunas de las ventajas de comer en compañía son:

- La gente está más contenta y relajada.

- Mejores hábitos alimenticios.

- Se come más despacio por lo que se mastica mejor y se hará más fácil la digestión.

- Se es consciente de la sensación de saciedad.

- Mayor ingesta de comida saludable y menor de comida rápida.

- Previene la obesidad y los trastornos de conducta alimentaria.

- Familias más unidas y dialogantes.

- Permite la interacción social, la conversación y la convivencia.

Una familia comparte la hora de la cena.

Inconvenientes de comer solo

En cuanto a comer solo, no es algo malo en sí mismo, sino que prestándole la atención adecuada a qué comemos y a cómo lo comemos también puede resultar saludable. No debes tomarte la hora de la comida como un mero trámite, sino que tienes que dedicarle todo el tiempo necesario y hacerlo bien.

Comer en solitario tiene sus ventajas como poder ser más consciente de los aspectos nutricionales y energéticos de los alimentos. Además, resulta más sencillo planificar los menús y que estos sean saludables, así como cocinar en un día lo que vas a consumir durante toda la semana.

En cuanto a los inconvenientes, los expertos señalan que superan a los beneficios. Entre estos aspectos que no hacen recomendable comer solo destacan:

- Se come más cantidad si se ingiere frente a la tele, la tablet o el móvil al no tener sensación de saciedad.

- Se presta poca atención a lo que se come.

- Se come más deprisa, a veces incluso de pie, y se mastica menos.

- Mayor pereza para cocinar, sobre todo en gente de avanzada edad.

- Aislamiento físico y comunicacional.

- Mayor riesgo de obesidad y de presión arterial elevada.

- Mayor consumo de comida rápida.

- Menor variedad de alimentos en la dieta.

- Se consumen más azúcares.

- Menor consumo de hortalizas y vegetales.

Ya lo ves, solos o acompañados, lo importante es cuidar qué comemos y dedicarle a la hora de la comida el tiempo necesario y hacer de él un momento de desconexión.