Un nuevo estudio del Centro de Investigación de la Prematuridad de La Fundación March of Dimes, dirigido por investigadores de la Universidad de Chicago, ha identificado nuevos marcadores genéticos asociados con la duración de la gestación, proporcionando nuevos conocimientos sobre los posibles factores de riesgo para el parto prematuro.
En una colaboración entre varios laboratorios y financiada a través de la Fundación March of Dimes, los investigadores se propusieron mapear regiones reguladoras de genes importantes y marcadores genéticos relevantes para el parto prematuro. Su primer desafío fue abordar la falta de datos genómicos funcionales en tipos de tejidos relevantes para el embarazo.
"Cuando se estudia una enfermedad, normalmente hay una gran cantidad de recursos genéticos y tisulares disponibles en las bases de datos públicas --explica la coautora principal Carole Ober, presidenta de Genética Humana en la UChicago--. Pero las condiciones relacionadas con el embarazo, como el parto prematuro, reciben mucha menos atención o financiación y, como resultado, los tejidos relevantes para el embarazo no están bien representados en esas bases de datos".
El artículo, publicado en la revista 'Science Advances', se centró en las células decidualizadas derivadas de las células endometriales adheridas a la placenta. Las células decidualizadas recubren el útero durante la última mitad del ciclo menstrual, preparándolo para la implantación y apoyando el crecimiento y desarrollo de la placenta y el feto durante el embarazo.
Los investigadores recolectaron tejido placentario donado por pacientes que habían dado a luz y aislaron las células decidualizadas en el laboratorio. El análisis genético de estas células identificó dos nuevos genes candidatos para el nacimiento prematuro, HAND2 y GATA2.
"Estos genes son factores de transcripción importantes que regulan la expresión de varios otros genes --apunta la coautora Ivy Aneas, profesora asociada de investigación de genética humana en UChicago--. HAND2 media el efecto de la progesterona en el epitelio uterino, mientras que GATA2 participa en el mantenimiento de las células madre".
Se sabe que ambos procesos y los genes que los controlan son importantes para la decidualización endometrial y la implantación de embriones.
"El hecho de que hayamos identificado un vínculo entre estos dos genes y la duración de la gestación sugiere que sus roles en el embarazo pueden ser más importantes de lo que se había anticipado", añade el coautor Noboru Sakabe, científico del personal de la UChicago.
Comprender cómo estos genes contribuyen a la duración del embarazo podría ser clave para desarrollar nuevas medidas preventivas contra el parto prematuro.
"Los investigadores han reconocido una serie de factores que pueden conducir a un parto prematuro, que van desde enfermedades ambientales hasta enfermedades infecciosas y más, pero lo que es irritante es que no hemos tenido éxito en prevenirlo", reconoce el coautor principal Marcelo Nobrega, profesor de genética humana en la UChicago.
"Nuestra investigación examinó la genética y nos permitió extraer algunos vínculos que podrían iluminar las vías genéticas y las moléculas de señalización involucradas en el proceso de decidualización, que a su vez podrían proporcionar nuevos objetivos para las terapias".
Los investigadores pudieron aprovechar la experiencia combinada en genética humana, genómica y análisis estadístico para combinar datos recopilados de células endometriales humanas en el laboratorio con datos de estudios de asociación de genoma completo (GWAS) existentes para concentrarse en variaciones genéticas clave que pueden estar vinculadas al parto prematuro.
"Sólo seis o siete regiones genómicas se han relacionado con el nacimiento prematuro y la duración de la gestación --señala el coautor principal Xin He, profesor asistente de genética humana en la UChicago--. No sabemos qué genes están involucrados o cómo eso influye en la función celular y el riesgo de parto prematuro".
"Con nuestro enfoque, integramos los datos genómicos generados en nuestro centro y los integramos con otras bases de datos para identificar las interacciones genéticas subyacentes --prosigue--. Esto puede conducir nosotros a los genes que pueden estar involucrados en esta condición, lo que nos da una pista de la biología subyacente".
Si bien se cree que los factores genéticos solo juegan un papel pequeño en el riesgo de parto prematuro, los investigadores se alegraron de ver resultados tan claros en su estudio.
"El parto prematuro es muy común y algunas personas lo experimentan repetidamente --recuerda Ober--. Si tiene un parto prematuro, no importa si es genético o no, simplemente no quiere volver a experimentarlo. Ahora podemos usar esta información para comprender mejor algunos de los componentes genéticos y cómo desempeña un papel en la condición".
Las investigaciones futuras investigarán otros tipos de células que pueden desempeñar funciones clave en el embarazo y el parto prematuro, como las células inmunitarias que residen en la interfaz materno-fetal, y desarrollarán la "hoja de ruta" de las variaciones genómicas en las células endometriales mediante el examen de los efectos de condiciones ambientales variadas sobre la expresión génica.