La Consejera de Bienestar, Juventud y Reto Demográfico, Nerea Melgosa, critica que el Gobierno español siga adelante con el macrocentro de Arana en Gasteiz al tiempo que lamenta que Euskadi esté haciéndole los deberes al Estado español en materia migratoria aunque sin tener todas las herramientas encima de la mesa.

Empecemos por lo más reciente, el macrocentro de Arana que promueve el Gobierno español. Usted se ha pronunciado claramente en contra. ¿Por qué?

Llevamos más de 20 años trabajando en políticas migratorias y sabemos cuál es nuestro modelo de acogida vasco, por lo cual siempre hemos dicho lo mismo, que ese modelo de acogida que se dice que tiene que ponerse en el centro Arana no es el nuestro, por lo cual no estamos de acuerdo con el modelo de Arana. 

Las negociaciones no parecen que hayan dado resultado.

Es que nunca ha habido negociaciones sobre este tema. Esto ha sido un tema unilateral por parte del Gobierno español, que han decidido poner en el centro Arana un determinado número de plazas sin preguntar absolutamente a nadie, es decir, que se han encomendado a ellos mismos, o sea, sin negociaciones ninguna. 

Usted ha reclamado un “plan estructural de migración” al Gobierno español. ¿Cuáles serían los ejes fundamentales de ese plan: competencias, financiación y coordinación territorial?

Un plan estructural de migración tiene que tener primero unos ejes. Un diagnóstico de lo que realmente está pasando con el tema de la política migratoria. No solo trabajarlo en un determinado componente o un determinado tipo de persona, que siempre nos solemos referir a los menores extranjeros no acompañados. Estamos hablando de un plan para que las personas que ya están aquí puedan hacer una buena inserción sociolaboral para poder trabajar, una inserción socioformativa para poder formarse y, en nuestro caso, también una inserción para trabajar con el euskera, que es el idioma que nos da identidad como país. Eso sería una parte. Luego está el diagnóstico de qué tipología de personas están viniendo y cuáles son los recursos que existen en este momento para atender a los perfiles de las personas que están llegando y que están ya trabajando con nosotros. Por otro lado, también hace falta un presupuesto. Sin embargo, todo plan de contingencia tiene que tener una memoria económica. Nosotros hemos reiterado en numerosas ocasiones, dentro de lo que es el propio plan estratégico migratorio, la frontera norte. Nosotros somos frontera norte porque son más de 40.000 personas las que han pasado por esta frontera en el tránsito de Irún hacia Europa. Lo que decimos dentro de este plan de migración estructural es que aparte de fortalecer los lazos y la unión y el presupuesto económico con la frontera sur por parte del Estado español y con las fronteras insulares, por supuesto, ahora nos toca a la frontera norte que se nos pague por lo que realmente estamos haciendo. 

“Esto no es un tema de hacer políticas migratorias buenistas sino hacer políticas migratorias realistas”

Hablando de la frontera norte. ¿Cómo están las negociaciones con el Gobierno español? ¿Existe suficiente sensibilización?

Hasta hace un par de años nadie hablaba sobre la frontera norte y sobre cuál era la situación de Euskadi en el tema de la política migratoria. Es verdad que nos han reconocido por hacerlo bien y por tener un plan, porque nosotros sí que tenemos planes migratorios, dentro de lo que es el plan de migración de Euskadi, y por eso tenemos nuestro modelo vasco de acogida. Ya hemos hecho nuestros deberes y cuando el lehendakari Pradales y el presidente Clavijo pusieron encima de la mesa el Acuerdo Canarias-Euskadi, ya hablábamos de la frontera norte. Pero además de hablarlo es importante que se nos pueda reconocer. Por eso hay que dar el paso para que se nos reconozca oficialmente. No es tanto de sensibilidad como sí de reconocimiento. 

Sobre Canarias, hace unas semanas el lehendakari y usted mismo estuvieron en las islas. El director de Acogida e Integración de las Personas Inmigrantes, Ignacio Fariña, viaja hoy a Mauritania. ¿Con qué objetivo? 

Llevamos tiempo ya trabajando en políticas migratorias. Tenemos el plan, el pacto, diferentes herramientas para poder poner esto encima de la mesa, ordenadas, por supuesto, y también con dotación económica. Por otra parte, está todo el tema de trabajar en África, en origen. Sabíamos que Canarias tenía un programa muy desarrollado de trabajo en origen para las personas que están allí viviendo, sobre todo, los jóvenes, para que tengan una oportunidad de formarse para poder quedarse allí. No olvidemos que si los jóvenes vienen a otros países se va a descapitalizar África y nadie contempla eso. En Euskadi sabemos cuál es el PIB, nuestro tejido productivo y lo que se quiere es ir a trabajar allí para poder formar a las personas que quieran venir a Euskadi, que vengan con una formación y con un contrato en origen y así la migración será ordenada y segura. 

Usted ha manifestado su malestar con la política del Gobierno español en lo relativo a menores no acompañados. ¿En qué casos reclaman transferencias de competencias o recursos claramente asignados para evitar que la responsabilidad recaiga básicamente en Euskadi?

Nosotros lo que tenemos que hacer es asentar, hablar y, sobre todo, ejecutar. Creo que lo que tenemos que empezar es ya poner en negro sobre blanco de un papel dentro de lo que es el plan estructural migratorio. Este verano nos hemos encontrado con la protección de asilo de Mali. Tiene que ser vivo y dinámico pero, sobre todo, tiene que tener eso, unos plazos a corto, medio y largo plazo, tipología de personas, actuaciones y demás. Lo que dice el lehendakari es que nosotros necesitamos más competencias de las que tenemos porque realmente el mundo ha cambiado, los procesos migratorios han cambiado y en este momento vemos que Euskadi está haciéndole los deberes al Estado español, pero no tenemos todas las herramientas que teníamos que tener encima de la mesa. Esto no es un tema de hacer políticas migratorias buenistas, sino de hacer políticas migratorias realistas y que estén en función de lo que necesitan tanto las personas que llegan como la propia sociedad vasca.

“Me parece preocupante que alguien diga que a las personas haya que tratarlas por puntos”

¿Ese plan permitiría que no se volvieran a ver imágenes como las ocurridas este verano con migrantes durmiendo en las calles de Gasteiz o Irun? 

Sí. Ese plan lo que dice es cómo hay que ejecutar las políticas públicas en materia migratoria a corto, medio y largo plazo. Lo que pedimos es orden, sobre todo, orden y concierto desde el punto de vista de que cada cual haga lo que tenga que hacer, pero que lo hagamos de forma coordinada y colaborativa y que en función de esto también podamos tomar decisiones.

El lehendakari Pradales, en su intervención en el pleno de política general, habló de negros nubarrones. ¿Cómo afectaría a la migración un eventual gobierno PP-Vox?

Bueno, pues yo creo que blanco y en botella. Estamos viendo determinadas acciones desde el punto de vista de la política migratoria por parte tanto del Partido Popular como de Vox. Sabemos lo que están diciendo y cómo lo están haciendo. Es verdad que hay esos nubarrones, pero no solamente en política migratoria, como el tema del concierto y otro tipo de política pública. Además, en la agenda del PP y de Vox no son prioritarias las políticas con enfoque de derechos humanos.

El pasado fin de semana, el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, presentó una especie de visado por puntos para los migrantes. ¿Cómo valora esta propuesta?

Me parece preocupante que alguien diga que a las personas haya que tratarlas por puntos. Esto no es cuestión de que haya que tratarlas por puntos sino que a las personas habrá que ver cuáles son sus capacidades para poder trabajar con ellas y, sobre todo, para poder insertarlas dentro de la sociedad vasca. Tenemos que pensar que cuando las personas hacen un proceso migratorio a un país están normalmente huyendo de algo y están intentado mejorar la calidad de vida. Lo que tenemos que hacer con esas personas es trabajar para que se puedan insertar de forma ordenada y segura en nuestro país y en nuestro tejido económico, que necesita este relevo.

“El reto demográfico es algo muy complejo y no solo es un tema de políticas natalistas”

Hablando de relevo. Las cifras de natalidad en Euskadi siguen marcado mínimos históricos. ¿Qué políticas de apoyo a las familias se han diseñado? ¿Se prevé algo más para invertir esa tendencia, más allá de las ayudas económicas? 

El reto demográfico es algo muy complejo y no solo es un tema de políticas natalistas. Hay que dar la vuelta al reto demográfico, migratorio, de otro tipo de políticas, incluso de género, de plantearse por qué las mujeres dicen que eso de tener hijos e hijas puede cargar todavía más la mochila para poder seguir su etapa profesional, y que tengan que elegir entre una etapa profesional y una etapa personal. Hay muchos agentes y muchos indicadores encima de la mesa para poder decir que solamente es un tema de tener hijos o no tener hijos. El Gobierno vasco está dando grandes pasos desde el punto de vista de la comunidad, escuchando a las familias de darle otras ventajas también a las políticas públicas de conciliación y corresponsabilidad.