Bajo un sol de justicia y una militancia entregada que abarrotó la Plaza Nueva de Bilbao dejando atrás un bienio de pandemia que impidió su celebración presencial; el PNV aprovechó este domingo la 90ª edición del Aberri Eguna para trasladar a EH Bildu una oferta de "entendimiento y pacto" que responda "a las demandas" de la ciudadanía vasca en el actual contexto de crisis, bajo la condición de que muestren "un mínimo de respeto" y tengan el afán de contribuir a "construir y no a destruir", ofrecimiento que el presidente del EBB, Andoni Ortuzar, hizo extensible al resto de formaciones del arco parlamentario. "Si se consideran abertzales, aquí tienen nuestra mano tendida", señaló el líder jeltzale, quien afeó a la coalición soberanista su "obsesión por quitarnos de en medio" hasta el punto de "llegar al insulto" contra el lehendakari, Iñigo Urkullu, cuando acudió a la Cámara, en el pleno monográfico sobre Ucrania, con "medidas, planes e iniciativas" que reportan soluciones para Euskadi.
"¿Qué le pasa a esta gente que es capaz de atacar con tanta saña a un representante democrático de su pueblo pero no es capaz de decir ni mu ante las tropelías y las barbaries de un dictador?", ejemplificó Ortuzar en referencia al presidente de Rusia, Vladimir Putin. El PNV -aseguró- se encuentra "por encima de todo, liderando el país y llevándolo por el buen camino, y lo seguirá haciendo" pese a que "quienes se autoproclaman como nuestra alternativa" se comporten con semejante "falta de categoría". "Se les caía el arbolito, su matraca del fracaso en la gestión del PNV, y eso les contrarió tanto que perdieron los papeles", ilustró el dirigente nacionalista, que abrazó el consenso alcanzado en materia de Educación porque, ahí, Bildu sí defendió una posición "razonable". "Es el momento de acuerdos. Mientras se lo piensan, nosotros, a lo nuestro", añadió, recurriendo a la comparación que en su día hizo de la coalición abertzale "con una vaca". "Me equivoqué, son caprinos, porque se tiran al monte aunque ahora les guste pisar moqueta madrileña. Que piensen en Euskadi y no dónde está el camino más corto a Ajuria Enea", apostilló.
"¿Qué le pasa a esta gente que es capaz de atacar a un representante democrático de su pueblo y calla ante las tropelías de un dictador?"
Ortuzar profundizó en que en estos tiempos de "incertidumbre económica y desasosiego social", amén de una "desafección creciente con la política", la formación jeltzale tiene la obligación de "volver a tomar la temperatura a la sociedad, desperezarse como partido y volver a salir a la calle". De ahí el proceso Entzunez eraiki, cuyo resultado se presentará en noviembre y de donde saldrá el programa para "liderar los próximos años".
Dique frente a vox
El escenario presente, salpicado por las sucesivas crisis -de la sanitaria al conflicto bélico-, obliga a priorizar asuntos cotidianos de la calle respecto a las proclamas de tinte más soberanista, sin desdeñar que toca "decir en voz alta" que el PNV solo tiene una "patria" y refuerza su compromiso "con la libertad de Euskadi" desde un "nacionalismo democrático" que huye de la "imposición". Más todavía cuando se cierne en el Estado español el peligro de la ultraderecha, a la que PSOE y PP cree que retroalimentan. "Que se presuma de hacer un pacto con la extrema derecha y se diga que se hace sin complejos es un retroceso democrático que mancha casi indeleblemente a quien lo hace", advirtió al PP en alusión a su pacto con Vox en Castilla y León.
A juicio de Ortuzar, las fuerzas del bipartidismo deberían haber acordado que el partido de Santiago Abascal "no pueda condicionar la política". "Se arrepentirán de ello", vaticinó, censurando al partido de Alberto Núñez Feijóo su pertinaz obsesión con retornar a La Moncloa, y a los socialistas su empeño en "dejar campo libre a Vox para desgastar al PP". "Total, que por egoísmos partidistas, los fachas han entrado en un Gobierno y a este paso no va a ser el último", criticó. Y reiteró el mensaje que trasladó en la entrevista publicada ayer por este diario: "El PNV arrimará siempre el hombro para esa salvaguarda democrática, pero jamás nos verá nadie de la mano, ni cerca, de Vox ni de quienes se arreglen con ellos". De paso, el presidente del EBB alentó a que el próximo domingo no haya "ni un solo voto abertzale" a la candidata Le Pen en Iparralde.
"El PNV arrima el hombro pero nadie le verá cerca de aquellos que se arreglen con Vox"
Ortuzar no olvidó tampoco ni a Ucrania ni el "incomprensible" cambio de posición del Gobierno de Pedro Sánchez respecto al Sahara Occidental. En primer término, el jeltzale se avergonzó de las pintadas prorrusas en los hogares de refugiados ucranianos en Euskadi. "Que haya gente que tenga remilgos en usar la palabra condena para censurar lo que allí está pasando...", lamentó. Y a su vez defendió una Euskadi, Ucrania y Sahara "libres y justas", que sean lo que su ciudadanía "quiera ser, sin agresiones ni injerencias externas". "No hay suficientes palabras, ni suficientemente duras, para enjuiciar lo que está haciendo Putin con el pueblo ucraniano, con civiles inocentes. Y vemos con horror que sigue haciéndolo día tras día, con la desfachatez y la arrogancia de un nuevo zar del siglo XXI", denunció Ortuzar, quien en su alegato también quiso mostrar su ilusión por el reencuentro con los militantes y simpatizantes jeltzales, al fin, en la calle, conminándoles, eso sí, a actuar aún "con precaución" frente a la pandemia.