Ni "recetas mágicas" ni "utopías de modelos-paraíso". Iñigo Urkullu puso este domingo en valor su gestión frente a los "cantos de sirena" de quienes se presentan en Euskadi bajo la solución del "neoliberalismo de menos impuestos y menos Estados", y de aquellos otros que regresan con el "nuevo internacionalismo socialista" basado en el "confuso mensaje" de que la Administración Pública "lo ocupe todo como si los recursos fueran infinitos". "Esto significa ayudar al que vive bien, para que viva mejor. Menos impuestos supone menos recursos generales, menos servicios públicos, menos sanidad, menos educación y menos protección social. No es nuestro modelo", manifestó el lehendakari en su alegato de Aberri Eguna, reivindicando "el rigor y la previsión con un modelo de desarrollo humano colectivo basado en la justicia social". "Nuestro modelo es trabajo, honestidad y responsabilidad, con los pies en la tierra. Nuestro compromiso humanista es que Euskadi sea socialmente lo más cohesionada posible", desarrolló el líder jeltzale.

"Nuestro modelo es el trabajo, la honestidad y la responsabilidad, a través de la colaboración público-privada"

Partidario de dirigirse a la sociedad vasca "con la verdad por delante", Urkullu apeló al "compromiso y la solidaridad, al esfuerzo y el sacrificio", e instó a la colaboración público-privada "asumiendo cada cual su responsabilidad". Tras apuntar que el PNV seguirá impulsando medidas transformadoras para encarar la transición digital, social y ecológica, enumeró los logros: "Nuestra riqueza per cápita está por encima de la media europea; la UE ha calificado Euskadi como Polo de excelencia en innovación; lideramos el ránking europeo de población entre 25 y 34 años que ha completado estudios terciarios; tenemos una deuda pública del 16,3% de nuestro PIB frente al 90% de media en Europa; y estamos entre los tres países europeos con tasas de pobreza más bajas".

El lehendakari cree que la Unión Europea es el instrumento ideal para superar las limitaciones del Estado-Nación. "Se acentúa la necesidad de fortalecer la gobernanza compartida con una aplicación seria del principio de subsidiariedad en base al espíritu fundacional europeo: Ser una unión entre pueblos", definió el jefe del Ejecutivo vasco, consciente de que la UE camina bajo una crisis permanente donde se pone de manifiesto "la limitación del concepto de soberanía y la creciente interdependencia, exponente de la era global en que vivimos".

"La Unión Europea es el instrumento ideal para superar las limitaciones del Estado-Nación"

En este contexto, abogó por promover "la diversidad cultural y la inclusión, la calidad de vida y el bienestar, una defensa de los derechos humanos universales y la coexistencia pacífica", que impulse el modelo de desarrollo humano sostenible. Por ello, apostó por reconocer la realidad nacional de Euskadi, "una Euskadi nación en Europa".

De Gernika a Ucrania

Urkullu no obvió la agresión militar "unilateral" del Ejército ruso que "vulnera la legalidad y el derecho internacional". Y evocó cómo hace 85 años el pueblo vasco sufrió los primeros bombardeos indiscriminados contra la población civil, en Durango o Gernika, algo que ahora sufren en cualquier ciudad de Ucrania.

En este término, recordó la propuesta del Grupo Vasco en el Senado en 2018: "Instar al Gobierno español a que reconozca la responsabilidad del Ejército sublevado y del posterior Gobierno franquista del ataque, daño y sufrimiento causado por el bombardeo de Gernika el 26 de abril de 1937, como símbolo de todos los ataques aéreos contra la población civil". "No prosperó por decisión del PP", lamentó el lehendakari.