- La nueva Ley de Memoria Democrática será previsiblemente aprobada hoy por el Consejo de Ministros, diez meses después de que el anteproyecto de la norma, promovido e impulsado por la ya ex vicepresidenta primera, Carmen Calvo, recibiera el primer visto bueno por parte del Gobierno español.
De este modo, el que ha sido uno de los proyectos legislativos más importantes del mandato de Calvo ve la luz coincidiendo con su marcha del Gobierno de Sánchez y tras la resolución de algunas modificaciones sobre el anteproyecto en primera lectura, las más importantes a instancias del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ).
Tras atender a las recomendaciones de este órgano, la nueva Ley de Memoria Democrática conjugará sus pretensiones de atajar cualquier pronunciamiento a favor del franquismo con un posible respaldo constitucional, invocando el supuesto de que la apología del régimen supone “vilipendio” a las víctimas de la dictadura.
La protección y reconocimiento de las víctimas de la Guerra Civil y la dictadura supone el sustento de todo el entramado jurídico de la norma, heredera de la Ley de Memoria Histórica de 2007, que pretende mejorar, tratando de cubrir aquellas carencias que ha dejado patentes en estos 14 años.
En la nueva norma se condena el golpe de Estado del 18 de julio de 1936 y la dictadura de Franco, y se declaran nulos los juicios represivos celebrados en el franquismo, un punto en el que también el CGPJ sugirió limitar la nulidad “a la existencia de un contenido específico de condena o sanción”.
El presidente del PP, Pablo Casado, anunció por su parte que en cuanto llegue al Gobierno sustituirá este documento por una ley de concordia, que será una norma “en positivo”. Según el líder popular, se trata de hacer que “la concordia rija sobre el revisionismo histórico”. Denunció por último que “desde 1975 el Estado ha dado 16.000 millones de euros a las familias republicanas”. -