- El Gobierno español muestra su incomodidad por el escenario generado tras el acto de rebeldía de Felipe VI con su llamada a Carlos Lesmes, aunque no critica abiertamente a ninguna de las partes. Lo que sí demandó ayer la vicepresidenta primera Carmen Calvo, fue calma a todas las partes.
Así, Calvo se pronunció sobre la polémica originada y reclamó “tranquilidad” a partidos e instituciones. Por tanto, emplazó a “todos” a “empezar a tranquilizarse” y a mantener las posiciones constitucionales. “Y cuando digo todos, digo todos”, recalcó.
Calvo explicó que el viernes se produjo una “cadena de cuestiones” sobre este asunto y consideró que “todos” deberían empezar a tomarse el asunto con más calma. “Tenemos cada uno, y todos, que mantenernos en nuestra posición constitucional”, concluyó la vicepresidenta primera.
En el seno de Unidas Podemos, sin embargo, las críticas al rey han sido abiertas, tanto por parte de Pablo Iglesias como de Alberto Garzón. En Izquierda Unida, la formación que lidera este último, ayer volvieron a criticar la actitud del jefe de Estado.
Según el secretario de Organización de IU, Ismael González, el monarca tiene que mantener su neutralidad y abogar por la separación entre poderes e instituciones, en lugar de tomar partido.
González también salió en defensa de las críticas que le han llovido a Garzón por cuestionar a Felipe VI desde su cargo como ministro. Así, IU defiende que, “en un clima de normalidad, el hecho de que un responsable político, un ministro, en este caso, pueda valorar eso, es normal”. “Es normal que Alberto Garzón haga esa valoración, de una forma rigurosa y entendemos que ello pueda generar debate”, concluyó el dirigente de IU.