- La decisión del entorno del expresidente catalán Carles Puigdemont de convocar el 25 de julio el congreso constituyente de un nuevo partido ha dinamitado las ya tensas relaciones con el PDeCAT, con el que se disputan la marca electoral de JxCat, una ruptura que cada parte ve de forma distinta. A diferencia de lo que ocurría hasta el jueves, en estos momentos ya hay una fecha en el calendario para la formación de un nuevo partido, que Puigdemont y su entorno pretenden articular con las siglas de JxCat.
El problema es que la marca Junts per Catalunya, que creó Puigdemont para las catalanas de 2107 con el beneplácito del PDeCAT, entonces presidido por Artur Mas, la tiene registrada el Partit Demòcrata, razón por la cual JxCat siempre se ha tenido que presentar en coalición con la formación heredera de CDC. Sin embargo, la alcaldesa de Girona y diputada de JxCat, Marta Madrenas, afín a Puigdemont, no quiso entrar en detalles legales y señaló, en declaraciones a Catalunya Ràdio, que “la marca es del más de un millón de personas que han otorgado su confianza estas últimas cinco elecciones”.
En cambio, en declaraciones a la misma emisora, el portavoz del PDeCAT, Marc Solsona, recordó a Madrenas que las siglas de JxCat las tiene registradas el Partit Demòcrata. “Se puede mirar de muchas maneras e intentar confundir, pero la realidad es una. Éste es un debate estéril cuando todo el mundo ya sabe de quién es -la marca-, quién puede usarla y quién no”, afirmó Solsona, que remarcó: “No se pueda hacer nada de JxCat sin nosotros, porque nosotros somos JxCat”.
Para el PDeCAT, la prueba de la ruptura es la aparición el jueves del manifiesto Junts, per Catalunya (con una coma que podría ser clave en el embrollo de la marca) firmado por Carles Puigdemont, el presidente de la Crida, Jordi Sànchez, los otros presos de JxCat y diversos consellers, alcaldes y diputados.
Solsona, alcalde de Mollerussa (Lleida) y también diputado de JXCat como Madrenas, señaló en este sentido que “una de las partes”, que remarcó que no es el Partit Demòcrata, parece que lo da todo “bastante por finiquitado”. El dirigente, que defendió “el derecho a existir” del PDeCAT, aseguró en todo caso que el presidente de la formación, David Bonvehí, mantiene los “canales abiertos” con los actores implicados para “intentar confluir”.
En cambio, Madrenas -exdirigente convergente y también militante del PDeCAT- consideró que “en absoluto hay una ruptura” y remarcó que “no se trata de escoger” entre el Partit Demòcrata o JxCat, pese a que el entorno de Puigdemont haya forzado un congreso para el 25 de julio sin un acuerdo con los demócratas. “Los del PDeCAT no solo tendrán cabida, sino que son imprescindibles: cuando se superen estos pequeños escollos, seguro que continuarán formando parte de este espacio integrador que es JxCat, seguro que será así”, pronosticó Madrenas.
Si bien existen contactos entre PDeCAT, JxCat y la Crida Nacional per la República para abordar la crisis, no parece que nada vaya a alterar que Puigdemont y su entorno celebren la asamblea constituyente el día 25 de julio, indistintamente de lo que haga finalmente la dirección del Partit Demòcrata antes o después de esa fecha, según las fuentes posconvergentes consultadas. En este contexto, el secretario general de la Crida, Toni Morral, anunció que organizarán una consulta a sus asociados para decidir el futuro de esta organización, sin desvelar el contenido de la pregunta,
La Crida, impulsada por Carles Puigdemont y Jordi Sànchez, nació como una asociación, pero sus estatutos contemplan la posibilidad de convertirse en partido. La ruptura con el PDeCAT y la decisión de Puigdemont y Sànchez de impulsar un nuevo partido abre diferentes escenarios para la Crida: podría desaparecer para integrarse en la nueva formación de Puigdemont o, por contra, podría servir de pista de aterrizaje del proyecto del expresidente catalán al no haber alcanzado un acuerdo con el Partit Demòcrata, propietario de la marca JxCat.
Ya desde fuera del PDeCAT, la excoordinadora y hoy en día secretaria general del nuevo Partit Nacionalista de Catalunya (PNC), Marta Pascal, reprochó a Puigdemont que actúe con “dinámica personalista” para crearse “un partido a medida”.