MADRID/GAsteiz - Pedro Sánchez se ha comprometido por escrito con el PNV a arrojar una nueva mirada sobre el problema de encaje territorial de Euskadi y Catalunya desde el diálogo, sin fiarlo todo a los tribunales, y abriendo la puerta a reformas y cambios legales si fuera necesario para atender a sus sentimientos nacionales de pertenencia. Ese pacto obliga. Fue firmado por el candidato a la presidencia española de su puño y letra, y no se quedó en meras palabras que se pueda llevar el viento. Pero, además, el PNV cree que hay garantías de que Sánchez afronte los cambios necesarios en el modelo de Estado porque debe recordar que son los jeltzales, y probablemente ERC con su abstención, quienes lo van a convertir en presidente con sus votos en las próximas horas.
El PNV le dará sus seis votos a favor, ha mantenido una interlocución fluida con Sánchez en las últimas horas, y el socialista se ha comprometido a corresponder con un esfuerzo sobre el modelo territorial. Existe confianza entre ambas partes. Nadie oculta que hay diferencias sobre la forma en que cada uno entiende los cambios que deben acometerse pero, de ahora en adelante, se tratará de buscar un punto intermedio. El PNV se encontrará en una posición privilegiada de influencia y capacidad negociadora semana a semana en las votaciones del Congreso.
El PNV puso en valor el acuerdo en varias entrevistas concedidas en las últimas horas por su presidente, Andoni Ortuzar, y su portavoz en el Congreso, Aitor Esteban, en Radio Euskadi, cadena Ser y Onda Vasca. Cuando Ortuzar fue preguntado sobre si el PNV tiene garantías de que Sánchez va a adecuar las estructuras de Estado a los sentimientos nacionales de pertenencia, Ortuzar aclaró que Sánchez "llegará a La Moncloa con seis votos a favor del PNV y la abstención de ERC". "Sabrá atender a esas circunstancias", dejó caer. Ortuzar quiso puntualizar que no da por hecha la abstención de los republicanos catalanes, aunque dio a entender que todo apunta en esa dirección y que el acuerdo suscrito entre el PNV y Sánchez puede "ayudar" a que otros den su abstención por las alusiones al diálogo en Catalunya y las identidades nacionales.
Ortuzar relató que ha hablado con Sánchez en las últimas horas y que el socialista también ha llegado a la conclusión de que el modelo de Estado no daría para más en sus actuales parámetros. En el caso vasco, Ortuzar defendió que el nuevo estatus de autogobierno se puede aprobar sin necesidad de reformar la Constitución española porque ya existe una percha en los derechos históricos, mientras que el PSE sí exige esa reforma constitucional previa. Las discrepancias con los socialistas no le parecen ninguna novedad porque llevan años debatiendo en el Parlamento Vasco. El PNV apostó por sentarse a negociar y tratar de alcanzar un punto intermedio. Esteban, por su parte, vio importante el pacto y opinó que, si hay "valentía", se podría estar ante un nuevo Estado español desde el punto de vista territorial.
selecciones Por otro lado, la Unión de Federaciones Deportivas Vascas aplaudió que el pacto incluya "la cuestión de la representación internacional de las federaciones y selecciones vascas". Esta organización nació en 2003 y a ella están asociadas la mayor parte de las federaciones vascas. El pacto busca abrir cauces para estas selecciones.