Le espera un verano lleno de eventos deportivos, aunque el comienzo no ha sido el mejor: una lesión del tendón proximal del músculo recto anterior del cuádriceps izquierdo le hizo retirarse del Torneo San Fermín de Pamplona, que tanta ilusión le hacía. Tuvo que abandonar para no comprometer un verano cargado con las más importantes citas del mundillo pelotazale. Y es que la pelota es su universo desde que era un niño. De pequeño coqueteó con el fútbol en la ikastola, pero cuando tuvo que tomar una decisión lo tuvo claro: su vida estaba en el frontón, el lugar al que iba con su padre desde que era un chaval. Siempre ha apuntado maneras de campeón. Los dos años anteriores a su mejor éxito fueron intensos en todos los sentidos. Consiguió posicionarse en buenas clasificaciones en diversos campeonatos y hacer estupendas temporadas. A pesar de ello, tuvo sus más y sus menos con la empresa con la que ahora ha firmado un contrato hasta 2027, Baiko. Fue despedido y readmitido tras la huelga que hicieron sus compañeros. Esta txapela ha servido para limar cualquier aspereza que haya podido existir anteriormente. Fue consciente de su triunfo cuando se escuchó el rugido de los espectadores que aplaudían una victoria incontestable, 7-22. Una derecha brillante y una cabeza fría fueron las que llevaron a Laso al podio de honor en Pamplona, o eso dicen los expertos que narraron cómo se veía el disfrute del nuevo campeón frente a su rival. 

Personal

Edad: 25 años (13 de mayo de 1997).

Lugar de nacimiento: Biskarret-Gerendiain (Navarra).

Trayectoria: Lleva dándole a la pelota desde que era una criatura. El frontón de su pueblo es uno de sus espacios preferidos de juego desde niño. Su vida estaba en la calle con sus amigos, la pelota fue ganando importancia en su interior frente a otros deportes y en 2016 hizo su debut en el Labrit de Pamplona. Muchos expertos del mundillo pelotazale vieron en él pronto madera de campeón. Sin embargo, problemas con su empresa le dejaron durante unos meses fuera del circuito profesional. 

Campeonatos: A su vuelta llegó en 2021 a la final del Cuatro y Medio, quedando subcampeón ante Altuna III. Antes de hacerse con la final del Manomanista, el título más importante que luce en la actualidad, este año se clasificó para la final por parejas junto a Imaz. El campeonato lo ganó el tándem formado por Altuna III y Martija.

¿Qué sintió cuando supo que la txapela de la final Manomanista era suya?

Uf. No solo hay un sentimiento, hay muchos. Era como el premio a todo un tiempo de trabajo, una especie de… ¿Cómo decirlo?

¿Recompensa?

Puede. Una recompensa a muchas cosas que habían pasado antes. Es difícil decir qué sentí exactamente, pero sobre todo sé que es un premio muy especial, mi primera txapela.

¿Cuánto tiempo hace que el frontón es su segunda casa?

Cuando era un niño. Empecé aquí, en Biskarret (Navarra). De pequeño iba al frontón a ver a los mayores jugar. Me gustaba mucho mirarles, ver cómo jugaban. Después empecé a jugar con mi padre, con los mayores del pueblo, y me fui metiendo en este mundillo. Fue poco a poco, pero…

Parece que le llegó muy dentro. ¿Siempre quiso ser pelotari?

Mi padre tenía mucha afición y en el pueblo siempre se ha jugado a pelota, no hay otro deporte. Siempre he visto jugar en el frontón y siempre he jugado también yo. Empecé poco a poco. Cuando eres pequeño sabes que hay gente que se dedica a esto, pero no sabes a qué te vas a dedicar tú. Vas creciendo y de repente, bueno, de repente tampoco es lo correcto, te ves jugando de una forma profesional. 

¿No ha probado ningún otro deporte?

En la ikastola jugaba a futbito. No me disgustaba, pero a una edad tienes que elegir. Me gustaba más la pelota y ya no hubo más que hablar: me dediqué a ella.

"Pese al resultado, la final del Manomanista fue un partido duro”

El frontón suele ser el principal centro de entretenimiento para mayores y pequeños en muchos pueblos pequeños.

Cuando era un niño estábamos todo el día en la calle. En mi época no había móviles para pasar el tiempo. Puedo decir que nos tocó la buena época para jugar y jugar, todo el día al aire libre. Salíamos de casa e íbamos a tocar el timbre del amigo.

Eran otros tiempos, ¿no?

¡Ya te digo! Recuerdo estar todo el día en la calle. Jugábamos a cacos y policías, y también echábamos nuestras horas en el frontón. Siempre que podíamos estábamos dándole a la pelota. También jugábamos al fútbol, así que hacíamos de todo un poco. Ahora los niños están más con los móviles y las máquinas de juegos, pero antes era diferente.

¿Prefiere jugar a mano que a pala?

Sí, claro que sí, aunque he probado todo. Antes se jugaba el Bost Kirol también. He probado de todo, pero siempre me ha tirado más jugar a mano.

Cuando se es muy joven hay sueños, siempre hay algo que se quiere ser, aunque luego no se consiga.

Pues yo no pensaba en otra cosa que no fuera deporte. Siempre quise dedicarme a algo asociado al ejercicio físico. La pelota la llevaba dentro y fui dando los pasos para conseguir ser profesional del frontón.

Y ha tenido temporadas muy interesantes, sobre todo las dos últimas.

Estoy muy contento, este año he pegado, cómo llamarlo…

¿El pelotazo?

Ja, ja, ja… Eso es, el pelotazo. Antes había hecho buenos partidos, había llegado a las semifinales del Cuatro y Medio, a la semifinal de parejas, pero eso no se me ha valorado mucho, incluso me echaron a la calle. Pero lo recuerdo como buenas experiencias, a pesar de todo. 

¿Fue fácil ganar a Joseba Ezkurdia? La victoria fue inusualmente rotunda, con ese 7-22 final.

Nunca es fácil ganar, pero yo tenía muchas ganas. La verdad, a pesar del resultado, es que fue un partido duro en el que hubo que luchar. Conseguir esta txapela es lo soñado por todo pelotari. En mi caso, imagina, es la primera que consigo. Ganar el mano a mano es la ilusión que todos tenemos y alzarte con la txapela es el día que todos los pelotaris esperamos. Este año me ha tocado a mí y estoy muy contento.

Acaba de firmar con Baiko un contrato por cinco años más, hasta 2027. Eso tiene que dar mucha tranquilidad, ¿no?

Joder que sí. Es fruto de todo el trabajo que he hecho durante muchos años, durante toda la vida. Son cinco años y ahora a seguir entrenando igual y jugando, a poder ser bien o incluso mejor que hasta ahora. La verdad es que estoy encantado con estos cinco años de contrato.

Navarra siempre ha mantenido el pabellón del mundo de la pelota a mano en lo más alto frente a otros territorios de Euskal Herria.

Siempre ha habido una gran afición en los pueblos, aunque en los últimos años haya más pelotaris guipuzcoanos. Nos han comido un poco la tostada, pero los y las pelotaris de Navarra han tenido mucha relevancia en este deporte. Esperemos que sigamos así en los próximos años, porque Navarra siempre ha tenido una afición extraordinaria a la pelota.

Con los atributos de campeón del Manomanista.

Con los atributos de campeón del Manomanista. Patxi Cascante

¿Y qué otras aficiones tiene usted?

Me gusta lo que a otros chicos de mi edad. Voy al monte, quedo con los amigos, leo algún libro de vez en cuando... aunque no creas que lo hago de forma continua, porque tampoco me considero muy lector. Y hago yoga. De todo un poco, más o menos lo que hacen otras personas de 25 años, que es la edad que yo tengo.

¿Qué tipo de libros le gustan más?

Los de autoconocimiento. Trato de conocerme a mí mismo, de saber cómo funciona la mente. Me gustan los libros que me ayudan, no leer novelas.

¿No?

Es divertido, pero me parece que es como leer paja, que no te sirve para casi nada, cuando hay muchos libros que te sirven en la vida y otros que te ayudan en el deporte. Eso es lo que leo. Bueno, y también me gusta mucho la música.

¿Le gusta salir por ahí?

Claro. Estar con los amigos es algo que hago a menudo, y también con los familiares. Me gusta estar mucho con la familia más cercana, eso siempre. La familia es el mejor remedio para que todo esté bien.

¿Se vive bien de la pelota a los 25 años?

Sí, y reconozco que somos unos privilegiados. Hay otros deportistas que juegan a remonte o a pala y económicamente no les da para tanto y no pueden vivir de esto. Por eso digo que nosotros somos unos privilegiados, porque hacemos lo que nos gusta y podemos vivir de ello sin hacer otros trabajos.

"Es fundamental para mí mantener también la mente en forma”

¿Recuerda qué capricho se dio cuando ganó su primer sueldo?

Con el primero no te puedes dar muchos caprichos. Tienes que ahorrar. Yo ahorraba para poder coger un coche un poco mejor, porque hasta entonces andaba con el de la ama y el del aita. Necesitaba un coche propio, porque tenemos que hacer muchos kilómetros y quería uno algo más cómodo para poder viajar mejor.

¿Se va este verano de vacaciones?

No es el momento. Hay muchos encuentros de pelota en verano. Cuando gané la final sí que me fui de vacaciones unos días, porque tenía que descansar un poco, y fue la mejor decisión que pude tomar. Sabía que tenía que desconectar de la pelota y también de este año tan bueno que he tenido, aunque a nivel físico y mental haya sido bastante duro. Pero ya digo que me ha venido bien este descanso.

Está claro que le preocupa mucho el estado de salud de su mente: descanso para desconectar, yoga, libros de autoayuda...

Es que se ha demostrado que es muy importante en el mundo del deporte. Físicamente hay que estar bien, y mantenerte en forma es importante, pero la mente juega mucho en los partidos, así que es fundamental para mí mantenerla también en forma. Tener un equilibrio es fundamental, como lo es estar bien con la familia y con los amigos.

¿Se liga más siendo un deportista que gana títulos y que es conocido?

Ja, ja, ja… No lo sé. Te digo lo que me dicen los amigos, que tengo más fácil las cosas por ser conocido, pero yo no lo creo. Además de conocido, también tienes que ser un artista para poder ligar.

¿Y usted no lo es?

Ja, ja, ja… No lo sé. De verdad, no tengo ni idea.

¿Tiene lleno el calendario de eventos?

Sí, hay muchos partidos en la agenda, pero estoy encantado con ello. Lo que queremos los pelotaris es jugar lo máximo posible. Además, son partidos muy bonitos; después de San Fermín llegan los de muchas fiestas en los pueblos y tienen un ambiente espectacular.

¿Cómo es su vida diaria? ¿Cuántas horas dedica a entrenar?

Mi vida es muy normal: gimnasio, frontón y ocio en el tiempo que me queda libre. Al día suele ser una hora y media de entrenamiento, más o menos. Lo que no podemos hacer es dejar pasar días sin entrenar, aunque también vienen bien los días de descanso. Hoy, que es la entrevista contigo, estoy en el pueblo y daré un paseo tranquilo en bici.

Una de sus pasiones es estar con sus amamas.

Suelo estar más con la de Biskarret. Cuando voy a Bilbao suelo ir a ver a la amama de Bilbao, que es la madre de mi padre. A la del pueblo, la de Biskarret, la llamo amitxi. Me gusta mucho venir al pueblo, estar con mi amitxi. La familia que tengo aquí me ayuda a desconectar, y también cuento con los amigos que tengo aquí de siempre. Son muy importantes para mí.

Ha cumplido el sueño de todo pelotari, ganar la final Manomanista. ¿Con qué otras cosas sueña para el futuro?

Tampoco tengo muy claras qué más cosas deseo. Por ahora me gusta lo que me está tocando vivir, así que eso de otros sueños está relacionado con seguir disfrutando de la pelota y poder seguir viviendo como lo estoy haciendo ahora. Quiero ganar más txapelas; de momento tengo una, una que es muy importante, pero siempre se aspira a más. Y quiero estar muchos años ahí arriba si me lo permiten las lesiones. De momento vivo el día a día, y en el deporte tiene que ser así: hoy ganas o no, mañana no lo sé. 

¿Tiene algún lugar especial en su casa la txapela que ha ganado?

De momento está en casa de los aitas, no sé si se quedará allí. A lo mejor, si consigo más trofeos, los traemos al pueblo. No me preocupa dónde está esa txapela físicamente, el hecho cierto es que está ganada y que a la historia de la pelota va a pasar como mía.

Parece usted un hombre con los pies en la tierra.

Eso siempre. Esto es deporte y nunca sabes qué puede pasar en el próximo partido, así que conviene tenerlos.

Una txapela como esta garantiza…

… que tienes que seguir trabajando y que sin esfuerzo no habrá otra. Una txapela no es la garantía de nada. La garantía la da trabajar y poder disfrutar luego de ese trabajo.