Las tropas israelíes mantienen la intensidad de sus ataques en el área de Jan Yunis, en el sur de Gaza, y en el centro del enclave palestino, matando a decenas de supuestos combatientes, a la espera de que se pueda concretar una tregua la próxima semana que coincida con el Ramadan.

Está previsto que el mes sagrado musulmán comience el domingo o lunes y los países mediadores, Catar, Egipto y EEUU, han trabajo intensamente para cerrar un acuerdo de tregua, que permita intercambiar de nuevo rehenes por presos, antes del Ramadán, algo que ya es imposible.

Está previsto que los equipos negociadores vuelvan mañana a El Cairo para al menos lograr un pacto de entre en vigor durante la primera semana del Ramadán ante el temor de la comunidad internacional de que ese mes siempre tenso en Jerusalén encienda la violencia también en Cisjordania, en paralelo a la guerra en Gaza.

Ofensiva israelí

En el centro de la Franja, el Ejército aseguró haber matado "a más de diez terroristas" al identificar varias células que operaban en la zona; además de atacar varias posiciones militares y lanzaderas que fueron utilizadas para lanzar cohetes hacia la ciudad israelí de Sderot.

"Las fuerzas terrestres guiaron los ataques de aviones de combate que apuntaron y destruyeron las amenazas", indicó el Ejército sobre los focos del fuego hacia Sderot.

Según la fuente, la Fuerza Aérea israelí también mató a una célula de supuestos combatientes en Beit Hanoun, en el norte del enclave, el área donde se concentran las mayores necesidades humanitarias.

En cinco meses de guerra, han muerto más de 30.800 gazatíes en la Franja -el 80 % civiles-, y más de 72.000 han resultado heridos, además de unos 8.000 cuerpos que se estiman atrapados bajo los escombros, según el Ministerio de Sanidad gazatí, controlado por Hamás.

Israel, que ha confirmado 247 bajas en sus filas, asegura que más de 13.000 de los muertos en la Franja son milicianos de Hamás y otras milicias, mientras que el grupo islamista reduce la cifra a la mitad.