Cinco expolicías de la ciudad estadounidense de Memphis serán procesados por la supuesta comisión de un delito de asesinato por la paliza que dieron a Tyre Nichols, un joven afroamericano de 29 años que murió el pasado 10 de enero por las heridas que le provocaron los agentes.
Tyre Nichols murió tres días después de que la Policía de Memphis lo detuviera por presunta conducción imprudente con su moto el 7 de enero. Los agentes lo detuvieron en una parada de tráfico y usaron la fuerza para arrestarlo, según ha informado la cadena CNN.
Demetrius Haley, Desmond Mills Jr, Emmitt Martin III, Justin Smith y Tadarrius Bean, despedidos de la Policía de Memphis la semana pasada, enfrentarán cargos de homicidio intencional sin premeditación, agresión con agravantes, dos cargos de secuestro con agravantes y dos cargos de mala conducta.
Estos cinco exagentes, también de origen afroamericano, se incorporaron a la Policía de Memphis en los últimos seis años. Su detención prepara el terreno para la publicación el viernes por la tarde de las imágenes de vigilancia y de las cámaras corporales de su interacción con Nichols, que según las autoridades locales podrían desencadenar la violencia en Memphis.
Los abogados de la familia de Nichols han relatado que fue severamente golpeado, citando un video que la familia pudo ver a principios de esta semana. Nichols tenía "un sangrado extenso causado por una paliza severa", según el equipo legal, citando los resultados preliminares de una autopsia que encargaron, según ha recogido 'The Washington Post'.
Asimismo, los funcionarios de la Policía que han visto los vídeos han condenado enérgicamente la detención. En una rueda de prensa celebrada el jueves y en la que se anunciaron los cargos penales, el director de la Oficina de Investigación de Tennessee, David B. Rausch, dijo que las acciones de los agentes eran "absolutamente atroces".
El arresto de Nichols y su posterior muerte se producen en medio de un mayor escrutinio sobre cómo la Policía trata a las personas negras, particularmente desde el asesinato a manos de agentes policiales de George Floyd en Minneapolis en mayo de 2020, tras el cual nació el movimiento de protesta conocido como Black Lives Matter.
BIDEN PIDE AL CONGRESO QUE TRAMITE LA LEY GEORGE FLOYD
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha hecho énfasis en la importancia de no ignorar el hecho de que los encuentros mortales con las fuerzas del orden afecten de forma dispar a la población negra e hispana, haciendo un llamamiento al Congreso para sacar adelante la Ley George Floyd de Justicia Policial.
"La confianza pública es la base de la seguridad pública y todavía hay demasiados lugares en Estados Unidos donde los lazos de confianza están deshilachados o rotos", ha aseverado el presidente estadounidense, según ha recogido en un comunicado la Casa Blanca.
En este sentido, Biden ha afirmado que la muerte de Tyre "es un doloroso recordatorio" de que se debe hacer más para garantizar que el sistema judicial penal estadounidense cumple "la promesa de una justicia justa e imparcial, con igualdad de trato y dignidad para todos".
Para que se produzca "un cambio real", según Biden, es importante exigir responsabilidades cuando los agentes de las fuerzas del orden incumplan su juramento.
"Por eso pedí al Congreso que me enviara la Ley George Floyd de Justicia Policial. Cuando no lo hicieron, firmé una orden ejecutiva que incluía normas más estrictas sobre el uso de la fuerza y disposiciones de rendición de cuentas para las fuerzas del orden federales", ha continuado el mandatario de Estados Unidos.
En tanto, el presidente estadounidense ha instado a la población a que acuda a las protestas de manera pacífica, recalcando que la "violencia nunca es aceptable".
"Mientras los estadounidenses lloran, el Departamento de Justicia lleva a cabo su investigación y las autoridades estatales continúan su trabajo, me uno a la familia de Tyre en el llamamiento a la protesta pacífica", ha remachado, asegurando que "la indignación es comprensible, pero la violencia nunca es aceptable".