- La Conferencia Episcopal Venezolana (CEV), a través de un exhorto pastoral, advierte de que la democracia en el país está «muy debilitada» y se evidencia una profundización en la crisis que aqueja a la nación, potenciada por la presencia de la pandemia de la covid.
El presidente de la CEV, el arzobispo de Cumaná, monseñor Jesús González de Zárate, recordó que Venezuela vive una “situación dramática y de extrema gravedad por el deterioro del respeto a los derechos de su calidad de vida”, a la vez que advertía de que es “un pecado que clama al cielo” el querer mantener el poder a toda costa “y pretender prolongar el fracaso e ineficiencia de estas últimas décadas”.
Monseñor González de Zárate hizo hincapié en que existen al menos «tres escandalosas realidades» que evidencian la situación actual de la nación como lo son el “desmantelamiento de las instituciones democráticas y las empresas del Estado”, el éxodo de más de seis millones de venezolanos en busca de una mejor calidad de vida y los altos niveles de pobreza, que refleja además la desnutrición en los niños y adultos mayores.
“Nos encontramos en el país en una grave crisis global y democrática. El ser humano es colocado a un lado por un sistema político para dar relevancia a un sistema ideológico excluyente, perdiéndose el sentido de la democracia como poder del pueblo al ser sustituido este por reducidas élites y grupos que asumen un poder populista y autocrático, en concreto, de los poderes públicos y militar, dependiendo cada vez menos de la legitimidad electoral con la astucia de sacar del medio de contrapesos constitucionales y políticos”, señaló el monseñor.
Respecto a las elecciones regionales del 21 de noviembre y la repetición de los comicios en Barinas el 9 de enero, manifestó que el proceso estuvo plagado de irregularidades como la inhabilitación de candidatos, amenazas a medios de comunicación, persecuciones, desconfianza y la “escandalosa división de la oposición”, que derivó en los altos niveles de abstención que se vio en el proceso.